La premio Nobel de Literatura2020, Louise Glück, ensalzó “la voz íntima y privada” del poeta que hace del lector un oyente elegido, frente a la de aquellos que se hablan a sí mismos.
En un año de celebración de los premios Nobel trastocada por la pandemia de covid-19, Glück no hizo la lectura de aceptación del galardón en directo, sino que fue publicada en la página web de los galardones.
En el texto habla de su forma de entender la poesía y la relación entre autor y lector, y lo hace a través de sus recuerdos de infancia y adolescencia, evocando a William Blake, Stephen Foster, Emily Dickinson o William Shakespeare.
La escritora señala que aunque quienes escriben “supuestamente desean llegar a muchas personas”, algunos poetas no lo ven en términos espaciales, sino “de forma consecutiva, muchos a lo largo del tiempo, hacia el futuro, pero de alguna manera profunda estos lectores siempre llegan de forma individual, uno a uno”.
La autora se ha sentido atraída por los poemas de “selección íntima o de complicidad, poemas en los que el oyente o el lector hace una contribución esencial, como destinatario de una confidencia o una protesta, en ocasiones como co-conspirador”.
Glück recuerda que fue en su adolescencia cuando leyó con más pasión a Emily Dickinson, “cuando ya había pasado la hora de ir a la cama”, y a través de ella habla de los honores públicos.
“Yo no soy nadie. ¿Quién eres tú?/ ¿También tú no eres nadie?/ ¡Entonces ya somos dos!/ ¡No lo digas! Lo pregonarían, ya sabes”, cita la nueva Nobel a la también poeta estadunidense.
La escritora se pregunta qué sucede con un poeta de ese tipo cuando “el colectivo, en lugar de aparentemente desterrar o ignorar, a él o a ella, le aplaude o eleva” y responde: “Yo diría que ese tipo de poeta se sentiría amenazado o superado”.