Graciela Iturbide aclaró en Oviedo (Asturias, norte de España) que no es una fotógrafa neorrealista y que en Europa acostumbran poner “etiquetas que no corresponden” a los artistas por el simple hecho de ser latinoamericanos.
En un breve encuentro con los medios de comunicación en el marco de los Premio Princesa de Asturias, cuyo galardón de las Artes recibirá el viernes, Iturbide recordó que en Francia le comentaron que su fotografía era surrealista, algo con lo que no está de acuerdo.
“En Francia cuando me dieron un premio me dijeron que mi fotografía era surrealista y hablaban del realismo mágico. Lo digo con mucha pena, pero creo que son etiquetas que nos ponen los europeos a los mexicanos. (André) Breton hizo un movimiento surrealista en los años 30 y fue maravilloso, fue un movimiento donde estuvo (Salvador) Dalí, Paul Elourd, y donde tenían cierto trabajo que hacer acerca del neorrealismo. Yo no soy neorrealista, no tengo esta cosa que llaman mágica, realismo mágico”.
En este sentido, añadió que “yo les decía (a los europeos) que han calificado a Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Juan Carlos Onetti de escritores de realismo mágico, léanlos ahora y verán que no tienen nada que ver nada el uno con el otro. Son etiquetas que nos ponen porque somo latinoamericanos. Y los europeos, mil disculpas, pero acostumbran ponernos etiquetas que no nos corresponden”.
Con una equilibrada mezcla entre lo cotidiano y lo simbólico, lo real y lo onírico, la fotógrafa ha contribuido a configurar la identidad visual mexicana desde su propia perspectiva. Es notable su trabajo, por ejemplo, sobre los Seris, pescadores nómadas del Desierto de Sonora, con los que convivió para documentar su forma de vida.
Sobre si los fotógrafos mexicanos y latinoamericanos están poco reconocidos, respondió que “desafortunadamente no sé, pero deberían estar. El único latino que recibió este premio antes que yo fue Sebastián Salgado, muy buen amigo. Curiosamente el día que murió fue cuando me llamaron para decirme que había ganado el Princesa de Asturias, fue un día agridulce, fue el único que ha recibido el premio, pero el mío lo comparto con todos los fotógrafos mexicanos y latinoamericanos que se lo deben merecer (sic)”.
También habló sobre el futuro de la fotografía, a propósito de las nuevas tecnologías, la Inteligencia Artificial, etcétera y dijo que “cualquier medio es bueno, todo depender del resultado de la foto, sean cámaras de cartón, antiguas o digitales. Afortunadamente sigue existiendo la foto analógica, que es a la que me dedico, para mi es un ritual revelar el rollo, y poder elegir las fotos que tomo. La fotografía analógica seguirá existiendo, todo es respetable, todo depende del resultado, y del ojo que tome la foto”.
Contó que pronto regresará a España para seguir tomando fotos. “Acabo de estar en las Islas Canarias e hice un trabajo con los volcanes, las lavas, los cactus, voy a regresar. Hay tantas cosas en España tan maravillosas. Soy mestiza y quiero tanto a México como quiero a España”.
Declarada feminista, Graciela Iturbide subrayó que nunca ha tenido problemas con los hombres que comparten su profesión y que al contrario, “todos me han ayudado, lo mismo que la gente”.
El jurado del premio destacó en la fotógrafa mexicana la “mirada innovadora y dotada de una extraordinaria profundidad artística” de Iturbide y sus fotografías “cargadas de simbolismo, que crean un mundo propio: desde lo primitivo a lo contemporáneo; desde la crudeza de la realidad social hasta la magia espontánea del instante”.
También consideró que plasma la vida cotidiana de México y “combina lo documental con un sentido poético de la imagen”. Sus imágenes “no solo muestran lo que ve, sino también lo que siente. Cada fotografía tiene una carga emocional y cultural que nos invita a mirar más allá de lo visible”.
Expone en Oviedo
En Oviedo también se inauguró la exposición “Graciela Iturbide: España y México”, organizada por la Fundación Princesa de Asturias en homenaje a la galardonada, reúne 173 fotografías organizadas en series que incluyen relatos de diversos personajes y reflejan rituales de ambos países.
La muestra cuenta además con las instalaciones de un maizal, símbolo de la cultura compartida entre Asturias y México, y la obra audiovisual “Rara avis”, que evoca el universo simbólico de las aves, un tema recurrente en la obra de Iturbide.
El acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias se celebrará el viernes en una solemne ceremonia presidida por los reyes, Felipe y Letizia, acompañados por la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, y la Infanta Sofía de Borbón. Cada galardón está dotado con una escultura de Joan Miró, un diploma acreditativo, una insignia y la cantidad en metálico de cincuenta mil euros.
jk