“Hagamos que el 2 de octubre nos sacuda”: Fernández Font

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La Ibero Puebla celebró el panel “Más allá de la nostalgia: el legado de las luchas de los sesenta y setenta”.

Panel “Más allá de la nostalgia: el legado de las luchas de los sesenta y setenta” organizado por la Ibero Puebla (Especial)
Puebla /

El Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) y la Cátedra Latinoamericana de Análisis de la Realidad Política y Social, del mismo nombre, fueron los encargados de organizar el panel “Más allá de la nostalgia: el legado de las luchas de los sesenta y setenta”. Con el fin de mostrar la realidad social que se vivió en 1968 en México y el mundo.

Al tomar la palabra, Fernando Fernández Font, rector de la IBERO Puebla, señaló que hacer memoria es rendir homenaje a quienes buscaron transformar al país, sin miedo y con una firme convicción de cambio. “Nunca un movimiento va a ser puro, es decir, siempre habrá infiltrados, eso nos obliga a convertirnos en una sociedad dialogante”, afirmó.

Asimismo, aseguró que toda democracia tiene límites, cuando estos no se ponen demostramos que no se tiene un pensamiento propio. El 2 de octubre invita a repensar el presente. “Si por algo murieron los jóvenes fue por buscar un cambio y eso es lo que hoy nos toca hacer, sin perder la vida, luchar por una sociedad más justa”.

De igual forma, Fernández Font invitó a los presentes a encontrar el equilibrio entre lo cultural y lo emocional-afectivo. Es decir, pidió no quedarse en un acto pedagógico sino ver más allá, “no hagamos movimientos que no provoquen olas de cambio”.

Para concluir, el Sacerdote Jesuita destacó que conmemorar el 2 de octubre es un gran compromiso que, implica valentía e inteligencia para descubrir desde la razón nuevos caminos para detectar las grandes fracturas de la sociedad y a partir de ello proponer una humanidad diferente, tal como lo hizo Ignacio Ellacuría.

Al término de las palabras del Rector, Óscar Soto Badillo, director de Investigación y Posgrado, mencionó que lo ocurrido en Tlatelolco es un recuerdo doloroso que resalta el valor de los jóvenes. “El 68 nos muestra el cambio que se buscó en el mundo y con el que se planteó resignificar la vida”.

Con estas palabras, Soto Badillo dio paso a las presentaciones de Pilar Calveiro, ex militante de los Montoneros de Argentina y Marc George Klein, dramaturgo, pedagogo y activista durante el Mayo Francés.

Por su parte, la ex militante de Los Montoneros en Argentina, explicó el panorama que se vivió en el resto del mundo durante 1968, específicamente el Mayo Francés. El cual comenzó como una protesta de los estudiantes ante la sociedad de consumo y el gobierno francés, y como se fue transformando en un movimiento al que se adhirió el sector obrero.

La profesora analizó el contexto que se vivía en ese entonces, para ello tomó como referencia la Guerra Fría, misma que incitó a la protesta a nivel mundial contra el capitalismo, e incluso contra el socialismo que empleaba la Unión Soviética. De igual forma indicó que las consignas que planteaban estos reclamos eran de orden económico, político y cultural.

Pilar Calveiro también abordó el tema nacional, sobre éste comentó que durante 1968 el Movimiento Estudiantil fue consecuencia de los movimientos sociales ocurridos en los años 60, que se dieron no sólo en la capital, sino en todo el país. Como fue el caso de los maestros o los ferrocarrileros, por mencionar algunos ejemplos.

Para cerrar, la especialista argentina habló de la importancia que tiene que los sobrevivientes compartan sus memorias, pues ellos son los que rompen el silencio ante la censura que los medios han impuesto, y además, rompen el relato oficial que trata de restarle importancia al convertirlas en memorias de domesticación.

Por otro lado, uno de los participantes de aquel Mayo Francés, Marc George Klein, planteó el paisaje que se vivía en ese año. Añadió que los jóvenes de su época eran la esperanza para la defensa de los Derechos Humanos al haber sido hijos de testigos de la Segunda Guerra Mundial. Pero con la llegada de la Guerra Fría y el fallido modelo económico que se planteó, las protestas volvieron.

El dramaturgo, George Klein indicó que “el mayo del 68 en Francia fue un detonador, un despertador formidable de conciencias”, e indicó que éste sólo fue el principio de una serie de movimientos que se iban a desencadenar no sólo por los universitarios, sino por los demás sectores de la sociedad francesa, que incluyó a estudiantes de bachillerato.

El profesor comentó que el poder francés en la actualidad es mucho más fascista que el poder francés del 68, pues hoy se utilizan armas en contra de las minorías, estando frente a una violencia e incluso un “terrorismo” de Estado.

El activista galo comentó que en tan sólo unas pocas semanas paralizó totalmente a Francia, casi 10 millones de obreros hicieron huelga, algo nunca antes visto en el país europeo. “Aunque al final, esta parálisis durara muy poco tiempo”.

Finalmente, Marc George agregó que las resistencias actuales a nivel mundial, a diferencia de las de 1968, parecen no desaparecer en un futuro cercano, pues éstas lo que buscan es la construcción de autonomías en lugar de intentar controlar o tomar el poder central, como sucedió en aquellos años de la década del sesenta.

AMV

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