En una conversación con Rafael Pérez Gay, Héctor Aguilar Camín dio a conocer su más reciente novela, Plagio, definida por su autor como un divertimento sobre un personaje literario al que se le cae el mundo en unos cuantos días, “un mundo que no es falso, pero que está sobre bases falsas”.
“Él es un autor prestigiado, lo que le ha dado un poder cultural en un lugar donde tiene presupuestos y tiene decisiones, puede favorecer la vida de mucha gente, pero también tiene una vida amorosa falsa y rentable, que incluye a una mujer, a quien él quiere como una especie de bello mueble y que acompaña su vida, y en unos días descubren que es un plagiario, pierde el prestigio que tenía. Es la historia de cómo se desploma una vida”, destacó el colaborador de MILENIO durante la presentación telemática de la novela.
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Una obra que, para Rafael Pérez Gay, en su brevedad termina por encerrar a “una gran novela”, donde se conjugan tramas distintas y, desde la primera página, se cuenta todo, sin contarse algo, “si el lector no avanza en una historia que no sólo es divertida, amena, sino que es una obra que pertenece al tercer ciclo de Aguilar Camín: que se inicia con La Guerra de Galio, sigue con Resplandor de la madera y continua con Adiós a los padres”.
“Ahora estamos en esta novela que tiene una peculiaridad: es fársica, tiene humor, se burla de sí mismo, del narrador que está hablando y que nos presenta a un plagiario, a un hombre que pasa de la admiración al robo: algunas veces todos hemos pasado de la admiración al robo, pero este personaje se robaba frases, artículos, temas de novelas”.
Plagio, aparecida bajo el sello de Literatura Random House, tiene un referente, reconoció Rafael Pérez Gay, en la historia de Sealtiel Alatriste, pero él ya escribió su novela, hizo su propia versión de los hechos en Cicatrices de la memoria.
Desde la perspectiva de Aguilar Camín, Alatriste quedó en medio de algo que se dio hace casi una década, que definió como “una epidemia muy sana de denuncias de plagio” que hubo, por lo menos, en el mundo de habla hispana: plagios muy serios, muy textuales, de autores muy reputados.
“Esta es la novela del entorno del tema del plagio, un asunto muy serio de la vocación literaria, un tema desviante de la vocación literaria. Cito, falseado, a Borges, diciendo ‘el plagio es una forma de la admiración’. Todos los que somos escritores empezamos a querer serlo cuando leemos una cosa que nos parece digna de la imitación: el siguiente paso del lector que admira es el lector que quiere escribir. Ese paso ya es poco pretencioso”.
Pero el camino del plagiario va más allá y ya es desviante: sé que no puede escribir esto, pero me lo quiero robar, entonces le quita las comillas, aun cuando bien vista la tradición, “todos somos escribas que repetimos temas que nos han marcado de otros escribas: ¿en torno a qué? A unas cuantas metáforas fundamentales, diría Borges; la originalidad es una especie de infinita variación sobre la tradición, sobre lo que ya está hecho”, enfatizó Héctor Aguilar Camín, durante el lanzamiento oficial de Plagio.
yhc