Ritmos de la región Huasteca del país resuenan en la Plaza Juárez de Pachuca, compiten con el barullo de los protestantes, comerciantes, vehículos y peatones que circulan por este espacio público; pese a esta competencia de ruidos ensordecedores generados por la sociedad en la sede del gobierno estatal, la música se impone, las notas vuelan como si las llevará el viento anunciando que por décimo tercera ocasión Hidalgo recibe el concurso nacional de huapango, un son tan tradicional que no deja duda de los orígenes de sus tonadas.
Poco a poco comienzan a ocupar el escenario las diferentes bandas que participan en este encuentro musical, los primeros acordes de las guitarras fungen como campanadas de iglesia que llaman a sus fieles parroquianos para acudir a una misa, pues más tardan los conjuntos musicales en entonar una melodía cuando los presentes ya hicieron suyo el escenario para disfrutar este evento con un baile tradicional de las regiones Huastecas de estados como Hidalgo, Veracruz y San Luis Potosí, pues las entidades estarán divididas, pero la Huasteca es una y se mantiene unida.
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En completa coordinación las notas y el zapateo de los danzantes se hacen uno en este espacio, la alegría desborda en el recinto y con ello inicia la celebración de esta edición 13 del encuentro nacional, fiesta que se mantendrá hasta el próximo 4 de agosto para definir a un nuevo campeón huapanguero.
La música que no termina alimenta el alma de los presentes, quienes no dejan de disfrutar las melodías que son interpretadas por los diversos grupos, sin embargo no solo de música se alimenta el ser humano, por lo cual en las inmediaciones de este encuentro cultural de instalaron diversos comercios de comida tradicional huasteca, así como algunos de estados invitados como las tradicionales tlayudas oaxaqueñas, que son las encargadas de alimentar el cuerpo de los presentes para que sigan teniendo energía al momento de bailar este ritmo con energía con la que cuentan.
Las bebidas no se quedan fuera pues se puede encontrar también una oferta interesante de atoles provenientes de Oaxaca, así como el pulque, bebida de los dioses y de gran tradición en Hidalgo, sin dejar fuera un sinfín de oferta culinaria en el recinto que albergará la música tradicional por cuatro días hasta que finalice la contienda con la celebración del concurso de baile este fin de semana.
La música no se detiene, los bailes no cesan y la alegría se mantiene a tope, pues la celebración musical apenas inicia y promete ser tan grande como lo fue en su edición anterior, el viento de la Bella Airosa transporta las melodías a todos los rincones de su territorio y más allá, pues poco a poco llegan más espectadores, todos ellos se unen a la fiesta con sonrisas en el rostro y con alegría en el corazón.