El flautista Horacio Franco (México, 1963) no cambiaría nada de su vida, aunque asegura que el peor momento, el más triste y desastroso, fue cuando aceptó ser diputado constituyente. Así lo expresó el también director de orquesta durante el anuncio del concierto con el que celebrará 45 años de trayectoria artística en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
“Me embaucaron, yo por idiota, pero los chuchos. Jesús Ortega me embaucó en eso, y yo dije que nunca jamás. Me quisieron comprar con dinero y les respondí: ‘yo no me vendo a nadie. Vámonos de aquí’. Fue el peor momento de mi vida, el único en el que he sido infeliz. Yo por muy chairo que sea, por muy admirador del gobierno que sea, de la política que ha tomado para transformar este país, sí lamento y me entristece muchísimo que al mismo presidente (de México) no le interese tanto lo que hacemos nosotros, los artistas, pero le ha metido mucho a la reivindicación de las artes tradicionales”, indicó el artista.
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En conferencia de prensa anunció el programa que ofrecerá en la celebración Horacio Franco, 45 años haciendo música, a realizarse el miércoles 12 de abril a las 20:00 horas, en el máximo recinto cultural de este país. Interpretará música barroca de compositores como Johann Sebastian Bach, Antonio Vivaldi y Arcangelo Corelli, así como temas de la tradición musical mexicana y de compositores contemporáneos, como Samuel Murillo, de quien tocará el Concierto para flauta "Llorona", para lo cual se hará acompañar especialmente de la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez.
Panorama artístico
Franco habló de todo. Compartió instantes de su formación, de cómo fue el primer profesor en impartir la clase de flauta de pico en el Conservatorio Nacional, de la manera en que juntó dinero para irse a estudiar a la mejor escuela del mundo, que estaba en Holanda, para especializarse en este instrumento, de la forma en que le negaron una beca y le propusieron que mejor estudiara corno para poder recibir ese apoyo económico y, por supuesto, de que le ofrecieron una diputación plurinominal.
Con la experiencia que le dan los años y el haberse presentado en importantes escenarios del orbe en los que ha querido, Franco se refirió al lamentable panorama de la formación artística, como el hecho de que en México, siendo cuna de los mejores tenores del mundo, “porque tienen una cuestión genética comprobadísima que no tienen en Europa, no exista como una potencia musical. Éramos más bien importadores de grupos de fuera, desde el neoliberalismo y ahora sí me pongo muy chairo, éramos muy malinchistas trayendo a artistas del extranjero. Abandonamos de una manera terrible, soez y grotesca la educación musical nacional que hubiera podido ser maravillosa. Por eso me tuve que ir a estudiar a Holanda, porque no había la carrera de flauta dulce”.
Ante el deprimente panorama descrito por el artista, MILENIO le preguntó: Como persona cercana a la actual administración, la cual le propuso incluso cargos que rechazó, ¿le planteó esta situación? ¿Por qué razón no se está haciendo nada por impulsar a los tenores en México ni a los flautistas? ¿Qué está pasando? ¿Les expuso estas necesidades?
A lo que Horacio Franco contestó: “Son seis palabras. Es que no soy cercano a esta administración, en verdad no lo soy, no lo soy, no lo soy y no lo seré, nunca he pedido nada. Estuve en el Consejo Honorario de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, que ya no existe, con Beatriz Gutiérrez Müller, hice dos recitales de poesía con ella, que disfruté mucho, pero no estoy cercano a ella, ni tengo sus datos. Con el presidente nada más he estado una vez de lejos, tuvo la deferencia de escucharme un ratito en el primer aniversario de la toma de posesión, el 1 de diciembre de 2019. Nunca he hablado con él, ni tan siquiera me le he acercado. Lo admiro muchísimo, sí, admiro al hombre, al político sagaz y valiente que se le pone al brinco a Estados Unidos, yo lo respaldo mucho, pero no soy cercano a esta administración”.
“Y sí me ofrecieron cargos, al frente del Fonca, y no quise porque no me siento capaz de un cargo público; no soy administrador, soy músico. Me gano la papa haciendo música y dando clases, y todo lo demás lo hago gratis porque no me interesa y no soy un profesional ni de la política ni de administración pública. Luego me ofrecieron una diputación plurinominal y les dije ‘no, gracias’”.
Siempre gentil, educado y abierto a responder todo tipo de cuestionamientos, el flautista confesó que no cambiaría nada de su carrera ni de su vida y que no se arrepiente de nada de lo que ha hecho, sobre todo porque siempre ha luchado para alcanzar lo que quiere.
“Todo lo tenía planeado. A los 16 años, mandé un casete por correo certificado para que me aceptaran en la mejor escuela que había en el mundo, en ese entonces la escuela holandesa, y en dos meses me llegó la aceptación y ya tenía mi dinero guardado para irme. Luego metí un artículo para la Enciclopedia Británica que lanzó un concurso para una beca de 6 mil dólares, sobre el compositor alemán Georg Philipp Telemann (1681-1767), ya que era el aniversario de su nacimiento, y que lo gano. El premio me lo dio Sergio Sarmiento en 1981, por lo que no cambiaría nada absolutamente de eso”, concluyó.
PCL