"Sorpresa y susto" fue lo primero que sintió la poeta uruguaya Ida Vitale cuando recibió una llamada para informarle que le habían adjudicado el Premio Cervantes 2018, el galardón más importante de las letras españolas.
"Nunca he esperado premios, es un desconcierto absoluto", dijo la escritora de 95 años, que empezaba a regar las plantas de su departamento de Montevideo cuando recibió la noticia.
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Al leer el acta del jurado, el ministro de Cultura español, José Guirao, señaló:
"Este premio reconoce una trayectoria poética, intelectual, crítica y traductora de primer orden".
El premio fue una "sorpresa, e injustificado. Un exceso de generosidad de España", consideró Vitale, quien "no tenía idea que estaban dando el Cervantes".
"Ahora pienso en toda la gente que murió más joven y que con toda justicia lo podría haber recibido, en tantos que yo he venerado y murieron desconocidos. En americanos que no han recibido nada y han muerto".
Uno de ellos fue su marido Enrique Fierro, también poeta, fallecido en 2016.
"Siento mucho que no está al lado, él es de esos escritores secretos" que siempre fue un apoyo y "me habría ayudado a sobrevivir a esto", señaló.
"Va a ser un poco loco el día, amanecí con la vida cambiada", indicó la poeta que el 24 de noviembre también recibirá el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2018.
ASS