Para el dramaturgo y guionista español Roberto Martín Maiztegui (Madrid, 1986), la imaginación es una herramienta para diseñar una vida, como en el caso de su personaje, Nito, en el drama Los brutos.
Maiztegui visita México para estrenar la pieza en el Centro Cultural de España (CCEmx), en una lectura dramatizada con actores mexicanos, a manera de “pistoletazo de salida” de la obra, que tiene previsto llevar a la escena él mismo en mayo de 2025, en el teatro Valle-Inclán del Centro Dramático Nacional, en Madrid.
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Los brutos, su primer montaje como director, será interpretado por los actores Alejandro Guerrero, Antonio Alcántara, María Penella, Pablo Marín y Valentina Mancini, en lectura única este sábado 26 de julio, a las 19:00 horas, en las instalaciones del CCEmx, en la calle de Guatemala 18, Centro Histórico, dentro de la serie de puestas en escena Aperitivos Teatrales. Dramaturgia contemporánea española.
“Será una lectura dramatizada, no es montaje. Pero es un formato interesante y bonito, especialmente bonito, porque ves la obra más desnuda y todo se centra en el trabajo de los actores, seleccionados por mí y Lorena Rodríguez. Ese es el encanto de hacer una lectura dramatizada, no intentar disimular eso, no hacer un montaje convencional, sino aprovecharte del formato. Va a ser como ver la obra y el making off de la obra, cómo se está haciendo, con cosas que aún no están del todo y otras sí”, expone.
En entrevista, el dramaturgo y escritor de series de televisión como La valla (Netflix) o Nos vemos en otra vida (Disney) y de filmes como Hamburgo, aclara que Los brutos no es una obra autobiográfica.
“No es autobiográfica, ni autoficción. Es una obra de ficción total. Sí que parte de algo con lo que estoy muy relacionado: es la historia de un chico de un barrio obrero de Madrid, sin ningún tipo de relación a prori con el mundo del arte, del cine, del teatro, que encuentra en la escritura, concretamente en escribir guiones cinematográficos, una vocación que le hace, primero, entrar a la escuela de cine y, después, alcanzar el mundo de la cultura, que es mucho más sofisticado del mundo del que viene”, dice el autor.
Para Maiztegui, Los brutos es un poco la historia del tránsito entre un mundo y el otro. Y cuenta lo que el personaje va dejando por el camino para alcanzar sus sueños: que son su novia de toda la vida, su mejor amigo, su familia, todo eso que va dejando atrás para conseguir lo que quiere conseguir.
“Y una vez que lo ha conseguido convive con lo que desde fuera se puede ver como un éxito, pero a la vez lo siente como una especie de traición que es lo que le persigue en la vida. La obra sí que partió con escenas de mi vida personal, pero luego entró en funcionamiento mi imaginación y mi imaginación lo tergiversó todo. Entonces, llegó un momento en que ni siquiera creo que son más de mi vida, otras que no, pero que en la obra forman una obra de ficción. Y no es muy importante si son partes de mi vida, de un amigo, ficción, al final todas son herramientas para intentar contar la mejor obra posible”.
Además de estar feliz de participar en Aperitivos Teatrales. Dramaturgia contemporánea española, que ya trajo este año a Lucía Carballal y a Josep María Miro, entre otros, Maiztegui destaca el elenco mexicano para la lectura dramatizada y dice que está pensando en llevarlos a Madrid para el montaje.
“Ha sido maravilloso trabajar con ellos. En España escribo para actores, sabiendo bien para quién escribo y la película para la que estoy escribiendo. Aquí vas más al vacío, pero estamos disfrutándolo un montón, no sólo por conocer a estos cinco actores, sino por trabajar con ellos, me los quiero llevar a Madrid para hacer la obra allá con ellos”, comenta el nominado también profesor de guion de cine.
Respecto al tema central de su pieza, reconoce que hay un enfoque social, dentro del contexto de la historia reciente de España, pero afirma que el peso mayor es la imaginación en la vida de su personaje.
“La mirada social no es lo que más peso tiene en la obra. Los brutos, sobre todo, habla de la imaginación; no tanto como vía de escape para nuestras vidas, sino como herramienta para diseñarlas, decidir quiénes queremos ser. Porque para la gente que a priori no tiene ninguna relación familiar con el cine, o con las artes en general o el teatro, simplemente el hecho de imaginar que tú puedes dedicarte a esto ya es un paso mucho más importante, casi casi como el más importante muchas veces”, sostiene.
No obstante, reconoce que su pieza puede tener dos enfoques sociales, uno respecto a la clase social a la que se pertenece y a la clase social a la que se aspira, y otro a la desilusión por el Milagro español.
“Para alguien de una clase social baja, el imaginarte que puedes llegar a ser escritor es un acto que requiere cierto grado de imaginación y coraje”, refiere el dramaturgo y director de escena madrileño.
“Y hay otra mirada social en Los brutos, que lo que más cuenta es la adolescencia del personaje, la década de los 90 en España, el Milagro español, un falso milagro, porque fue sólo un crecimiento inmobiliario muy fuerte, pero con pies de barro, que se derrumbó todo con la crisis económica (2008). Sí que hay un momento de la crisis de España que crece y crece para luego pagar las facturas”, aduce.
PCL