El Museo Nacional de Antropología (MNA) supera récord de asistencia: hace una semana llegó a su visitante 3 millones, ¿pero a qué costo? El último domingo del año, la Sala Mexica del recinto más visitado de México estaba abarrotada y, ante la ausencia de custodios, los visitantes tocaban las invaluables piezas prehispánicas y hasta se recargaban en ellas.
Aun cuando se les informa que se prohíbe tocarlas y que no pueden tomar fotografías con flash, los visitantes hicieron de las suyas. Ante el cuestionamiento de MILENIO sobre este tipo de incidentes, el Instituto Nacional de Antropología e Historia respondió vía WhatsApp que “hay días y horarios en los cuales la afluencia al MNA es tan copiosa que es muy arduo para el equipo de custodia y seguridad estar al pendiente de cada rincón del recinto. El día de hoy, por ejemplo, hasta antes de las 14:00 horas, ingresaron cerca de 20 mil personas, lo cual nos llena de orgullo”.
Por otra parte, agregó que “es labor cotidiana el trabajar con el público para que entienda que visitar un museo implica aceptar y respetar las reglas que tienen que ver con el cuidado del patrimonio cultural. Porque este patrimonio es de todos, también es una obligación de todos el cuidado de su bienestar para garantizar su permanencia para el disfrute de las futuras generaciones”.
Lo que es un hecho es que el domingo pasado ingresaron al MNA 36 mil 34 personas. La Sala Mexica es una de las más atractivas para el público porque ahí se exhibe la Piedra del Sol, el monolito del periodo posclásico tardío (1250-1521) que mide 3.58 metros de diámetro y pesa aproximadamente 24 toneladas, el cual hace referencia a la cosmogonía mexica.
Falta educación cívica
También en las otras 21 salas del Museo Nacional e Antropología, no se percibió este domingo al personal de seguridad que vigilara el recinto. El MNA estaba lleno, la gente tocaba libremente las esculturas de piedra y se recargaba en las cabezas de las serpientes.
El INAH responde que las personas se molestan cuando les señalan que no pueden tocar las obras, ni fotos con flash, debido a una falta de educación cívica.
Si bien el MNA es el más recorrido de México y está dentro de los 20 más visitados del mundo, es necesaria una política más adecuada para preservar el legado de este recinto, y contratar custodios, que el domingo brillaron por su ausencia.
La Sala Mexica, centro neurálgico del MNA, guarda la colección de obras más relevantes de la cultura azteca. Presenta los testimonios de la vida social, económica, política, religiosa y artística de este pueblo que se desarrolló durante el posclásico tardío.
Los mexicas, conocidos también como aztecas o tenochcas fundaron su capital Tenochtitlan por el año de 1325. Su colapso se registró tras el arribo de los conquistadores españoles, quienes el 13 de agosto de 1521 arrasaron con Mexico-Tenochtitlan, terminando con la gran ciudad sagrada y con parte de las culturas del México antiguo.
El mejor museo de 2019
La buena noticia es que, de acuerdo con información del INAH, el Museo Nacional de Antropología fue elegido como el mejor museo en 2019, por parte de la comunidad de viajeros de México Desconocido.
Se realizó una votación entre el 19 y el 26 de marzo, con 21 mil votos.
La institución recordó que BBC News, en 2018 lo colocó en el primer lugar de los museos emblemáticos de América Latina, por la relevancia y el valor de su acervo, así como por el número de visitantes que suman a más de dos millones de personas de todas partes del mundo.
El MNA, cuyo proyecto arquitectónico estuvo a cargo de Pedro Ramírez Vázquez se ha convertido en un emblema no solo de Ciudad de México y el país entero, sino de también de las culturas prehispánicas.
Recomendaciones para los visitantes
El Museo Nacional de Antropología recomienda permitir la libre circulación por las salas a fin de que el flujo de visitantes sea constante. No tocar las piezas arqueológicas, etnográficas o murales para evitar su deterioro. No usar flash, ni tripiés, ni luces en las tomas fotográficas. Se pide a los visitantes que se abstengan de gritar, correr o jugar en las salas, elevadores y escaleras.