En los años recientes se han escuchado intenciones o proyectos para el rescate de la zona conocida como la Isleta Pérez, seguramente los padres o abuelos tendrán una mejor idea de lo importante que fue este sitio para Tampico.
Se recordará también a más de una de las empresas que se ubicaron en dicho lugar, hablarán de la importancia que tenía el sindicato de Alijadores y su peculiar estadio de béisbol, que “Aunque usted no lo crea”, como lo dice la famosa frase de Ripley, era atravesado por el ferrocarril en pleno juego.
Pero, ¿cómo nace este lugar?, ¿de dónde toma su nombre? y ¿por qué decayó esta importante primera zona industrial de Tampico?
Para resolver estas dudas, se tendría que remontar a mediados del siglo XIX, en aquella época los cauces de los ríos Tamesí y Pánuco corrían en paralelo frente a la Plaza del Muelle, hoy conocida como Plaza de la Libertad, sin embargo se empezaron a acumular sedimentos que arrastraban los ríos y provocó la formación de islotes, que fue separando ambos cauces.
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“Existió una isleta larga que se formó, fue conocida como isleta del Muelle y obstaculizó un poco las labores del puerto, por lo que fue necesario la construcción de un puente de madera, que comunicara a la Plaza de las Carretas, (Plaza de la Libertad) con el muelle para hacer las labores de descarga”, relata el cronista Josué Picazo Baños.
Justo este terraplén formado de manera natural sería aprovechado para construir la Aduana Marítima a principios del siglo XX, también se instalaría la estación del ferrocarril.
Esa alargada isleta llegaba hasta la desembocadura del canal de la Cortadura, pero en 1918 el gobierno federal decide cortar el cauce del río Tamesí para aprovechar esa franja entre la isleta y el borde de la ciudad y tener un espacio para construir y desarrollar instalaciones como fueron los mercados, la plaza Hijas de Tampico y zonas habitacionales, parte de la ciudad que en un inicio es conocida como colonia Relleno del Tamesí.
Era un sitio usado como parcela
Era un tramo alargado que iniciaba a la altura de la calle de los Artesanos hoy Sor Juana Inés de la Cruz, hasta el punto donde se unen el canal de la Cortadura y el Pánuco. De acuerdo con antiguos planos del año 1870, esta última parte del islote era utilizada como parcela, pero no estaba habitado.
“Fue en 1908 cuando se le adjudica a Francisco Pérez el uso de esa porción del terreno, cuando todavía no se había desecado el curso del Tamesí, de ahí su nombre debido al primer propietario que tuvo esa zona”, explica el cronista tampiqueño.
Ahora salta otra duda, ¿quién era Francisco Pérez y por qué se le adjudica esta porción de terreno? De acuerdo con el cronista Josué Picazo, se sabe que estuvo emparentado con un personaje histórico del sur de Tamaulipas, Don Cayetano Quintero Romero un militar hacendado del Nuevo Santander, se conoce también que Francisco Pérez era de origen español; su nombre más allá de su figura quedó perpetuado en la geografía de la ciudad al dar nombre a la Isleta.
Las lluvias ahuyentan empresas
La debacle de la zona industrial de la Isleta Pérez en gran parte se le adjudica a las inundaciones que sufrió Tampico en dos ocasiones, primero en 1933 y posteriormente en 1955 con el huracán Hilda.
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“Esa zona al ser baja quedó cubierta de agua y eso motivó que fueran buscando otras zonas para establecer las industrias, una de esas zonas fue el Moralillo, donde se buscó establecer un corredor industrial, aunque para finales de los 80 aquel desarrollo se enfocó a lo que hoy conocemos como corredor industrial en Altamira”, indica el cronista de Tampico.
Con las experiencias vividas tras las afectaciones de fenómenos naturales, los dueños de las empresas empezarían poco a poco ir abandonando la zona de la Isleta y con ello ir cerrando un capítulo de gran auge económico y de desarrollo de empresas que duró cerca de 50 años.
ICGC