Cuando Izzeldin Abuelaish habla de no odiar a los semejantes hay que escucharlo.
El médico palestino trae a la Feria Universitaria del Libro UANLeer su trabajo No voy a odiar. Un médico palestino en la Franja de Gaza, el cual se ha traducido a 23 idiomas y que cedió los derechos para su publicación en la Universidad.
Abuelaish tendría razones de peso para sentir odio al mundo. Su esposa murió de leucemia y años más tarde sus tres hijas perecieron tras un bombardeo en una intervención de Israel a Gaza.
"Me salvé por segundos", cuenta en entrevista en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario.
No voy a odiar cuenta la vida de Izzeldin Abuelaish, así como de sus hijas Bessan, Aya y Mayar. La convicción por superar este trágico momento lo ha llevado a ser candidato al premio Nobel de la Paz y mediador en el conflicto Israel-Palestina.
La historia no es solo para leerse, explica el médico, sino busca transmitir un mensaje de esperanza para inspirar al mundo precisamente con el mensaje de no generar el odio entre las sociedades.
Abordó la situación de los migrantes en el mundo. De niño le tocó vivir en un campo de refugiados donde las condiciones de pobreza y humillación le hace aferrarse a no vivir con odio.
"El mundo está lleno de refugiados, gente a la que se le ha quitado su dignidad y que están desnudos ante el mundo", critica.
Durante su carrera como médico, Abuelaish trató por igual tanto a pacientes israelitas como palestinos, por lo que la tragedia del 2009 con sus hijas tuvo una repercusión internacional.
El coronavirus no tiene frontera ni nacionalidad
Si algo ha revelado el virus Covid-19 es que no respeta nacionalidades, pues ha impactado a asiáticos, europeos, a América del Norte y África.
La lección que deja es que la enfermedad no respeta razas ni nacionalidad, sin embargo, parece que está despertando sentimientos de racismo y discriminación entre la sociedad, señaló Izzeldin Abuelaish.
"¿Qué es lo que está pasando con el coronavirus? No respeta nacionalidad, está afectando a todo el mundo, hay que aprender la lección de que tenemos que trabajar juntos porque estamos todos en el mismo barco", apuntó.