El Museo Cabañas inaugura mañana 29 de abril dos exposiciones: ‘Olivia Zúñiga: sonora en el silencio’ de Bárbara Lázara y ‘El Lago, el Trueno, el Viento’ de Isa Carrillo que permanecerán hasta el 12 y 26 de agosto respectivamente.
- Te recomendamos Abren sala permanente para la obra de José Clemente Orozco Arte
De acuerdo con Bárbara Lázara a Olivia Zúñiga, (1916-1992) se le debe considerar como "una escritora autodidacta, multidisciplinaria, feminista y polémica, que incursionó en el periodismo y la poesía, que no perteneció a una corriente literaria de su época y que hoy ella la clasificaría en un estilo auto etnográfico. Lo que el público podrá admirar en esta muestra que se gestó desde 2019, son textos de Zúñiga publicados en libros, periódicos y revistas, fotografías, una copia del retrato de la escritora que hizo Manuel González y una video instalación elaborada a partir de un performance que hizo Lázara inspirada en la obra de quien fue su bisabuela y también hija del revolucionario Eugenio Zúñiga, de quien tomó su nombre el actual municipio de Tlajomulco.
Cómo ‘performer’, Bárbara Lazara mencionó que usa herramientas como la coreografía, las resonancias naturales del cuerpo, micrófonos y el ruido.
Por otro lado la exposición de Isa Carrillo reúne, poco menos de 30 piezas de textiles sobrepuestos: paños de lana, manta, linos. Todas las telas son de gran formato, cortadas de diversas maneras, pendientes de las paredes de la sala, son pedazos de colores blanco, amarillo, rojo y azul, entre otros.
"Esto que presento lo concibo no como arte, es algo que va más allá, es solo como una experiencia de estar en un lugar, es un espacio de silencio en las salas, no es mi intención hacer arte", explicó Carrillo quien agregó que "la idea principal es que la sala sea un espacio silencioso que esas telas activen a nivel energético, aquello que duerme en el inconsciente".
Según Carrillo, las piezas fueron inspiradas en dos hexagramas de ‘I Ching o El libro de Las mutaciones’ (1000-750 AC), libro oracular y simbólico que consta de 64 episodios o hexagramas formados mediante un código binario, exactamente como el ADN humano. Carrillo dijo que trató de evocar los cuatro elementos, la quintaesencia, el árbol de la vida, siete aperturas del corazón, los dos hexagramas mencionados acompañados de su equivalente en glifos mayas y siete vórtices de energía, así como un retrato numerológico de Carl Gustav Jung con el sistema numérico maya.
Mayor información puede encontrarse en el sitio https://museocabanas.jalisco.gob.mx/es/.
JMH