Jamás le leería el tarot a Donald Trump: Miguel Canseco

Entrevista

El artista visual y tarotista comparte que desde joven fue bien “darks”, señala que entre los retos que vienen está la presentación de su propia baraja diseñada por él mismo.

Miguel Canseco vive sus días en San Miguel de Allende. (Cortesía)
Roberto Carson
Torreón, Coahuila /

A sus 44 años y en plena pandemia por el inesperado coronavirus, el artista visual y tarotista Miguel Canseco, vive sus días en San Miguel de Allende, alternando lecturas a clientes tanto en línea como en persona. 

Su deck de preferencia y del cual ha escrito un libro (Tarot: del dilema a la metáfora) es el de la Corte de Visconti, el original y el más renacentista. Sin embargo, adelantó que uno de los retos que vienen es la presentación de su propia baraja diseñada por él mismo y la cual será acompañada por un libro escrito por el coahuilense Julián Herbert, el Tarot de la Taberna. 

Su historia comenzó primero como artista visual, luego como psicólogo y ahora como lector de la carta del tarot. Desde entonces ha trabajado en talleres de arte como El Chanate en Torreón y el Museo de Artes Gráficas en Saltillo, pero ahora el presente lo mantiene en Guanajuato.

¿Cómo se llega del arte a la lectura del tarot?

Ahora todo mi tiempo y energía está en el tarot, la pasión se hizo profesión. Este fue un llamado atendido por el viejo arte, primero porque une la imagen con mi lado como pintor y la palabra y la emoción que me conecta con mi lado como psicólogo. Este es un punto maravilloso porque puedes explorar los símbolos y la vida de cada persona que te consulta. 

Antes de eso, la primera parte de mi carrera estuve enfocado en las artes visuales, estuve en la Academia de San Carlos y después me moví al glorioso Torreón donde pasé años extraordinarios al frente de un proyecto que fue la escuela de grabado El Chanate.

¿Cuándo te ven tus clientes esperan a un mago con capa de colores?

Desde joven fui bien “darks” interesado en la simbología. Siempre he aspirado a un arte que comunica el misterio. Me gustan las ondas por ahí medio oscuras y si yo pintaba un cuadro y la gente se asustaba, ‘uta’ eso me hacía muy feliz. Me impacta cómo la imagen trastorna a las personas. Sí hay una parte escénica en el esoterismo, fue una parte que me tomó tiempo entender porque al principio mis lecturas se parecían más a una terapia psicológica con símbolos y ahora es distinto gracias a que he experimentado con otras ramas, pero posiblemente algún día llegue a lo teatral y lo escénico.

¿Cuál es la antesala de las artes esotéricas?

Cuando tenía como 18 o 19 años, pinté un cuadro para un concurso y esa obra tenía a un personaje con un pene gigante y luego lo descubrió mi papá, obviamente alguien muy “old school” y tradicionalista. Le dio casi un infarto, dijo este brother qué onda, por qué anda dibujando eso. Enloqueció de coraje. 

Fuera de haber sido prácticamente corrido de la casa, a mí me fascinó cómo una imagen se mete en la mente y corazón de una persona. Si tu metes un pene, cuernos, sangre y oscuridad, es como si tocaras las cuerdas del alma. No es lo mismo un cuervo que una paloma.

¿Qué prefieres, la pintura o las cartas?

Estaba leyendo libros de historia para una clase que preparé de arte y encontré las cartas realizadas para Bianca Visconti, yéndome a sus raíces en la simbología veo que el tarot comparte el mismo origen que las obras de Botticelli. Sin embargo, no son solamente un cuadro que cuelgas en la pared y ya, son un juego y un acto entre dos personas donde invocas potencias psíquicas y éstas abren el subconsciente generando un momento de gran valor estético y profundidad humana. Eso lo fui descubriendo con los años.

Entonces, ¿Walter Mercado es un símbolo o un profeta?

Él es un fenómeno mediático impresionante sobre todo porque señala un síntoma: por más racionales que seamos, universitarios, doctores, por más que estemos rodeados de tecnología, siempre la magia nos va a seducir. Así como la pintura tiene a Bob Ross, el esoterismo tiene a Walter Mercado.

El nigromante es ateo o satánico, ¿es cierto el estereotipo?

En Torreón tengo a un maravilloso amigo, el caricaturista ‘Guayo’ Valenzuela con el que llevo prácticamente 20 años tratando de leerle las cartas pero él se niega porque se opone a sus creencias religiosas y yo lo respeto mucho. El consejo es que si alguien se siente incómodo en la lectura, mejor que no lo haga. Lo segundo es que a diferencia de lo que se piensa, no es satánico, el tarot tiene raíces con el catolicismo, el primero que se realizó de la familia Visconti se hizo con el permiso del Papa, la carta número cinco lo representa, la número dos es la Santa Madre Iglesia y viene la última carta que representa la Jerusalén Celestial.

En estos tiempos de pandemia, ¿hay un miedo para el 2020?

Las lecturas de este año han estado muy, muy fuertes, sobre todo porque todo mundo tenía sus mejores momentos y de repente ¡madres!, llega el virus. He encontrado mensajes muy extraños, en un momento de trance, un personaje se me apareció con astas de ciervo hablando de cómo esta época es una llamada de atención.

A quien le “caiga el veinte” debe entender que el 2020 debe ser el principio de la obra alquímica de cada quien, debemos transformarnos en algo menos depredador y buscar un balance.

¿Existe algún personaje a quien te gustaría leerle las cartas?

Te responderé mejor con una pregunta que no hiciste, pero jamás le leería el tarot a varios políticos, hay frecuencias ahí muy oscuras y sobre todo no lo haría con Donald Trump. Por otro lado, alguien a quien sé que sería imposible hacerlo es al biólogo Richard Dawkins, quien es uno de los más grandes escépticos y promotores de la racionalidad, una de las mentes más privilegiadas. Todas las personas son sagradas y todos tenemos un juego de tarot interno que es único e irrepetible.

CALE

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