Jan Hendrix, reconocido como el artista viajero, se siente satisfecho con su primera exposición retrospectiva que organizó el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), en colaboración con el Museo Bonnefanten, en Holanda, y el Museo Espacio de Aguascalientes.
Con el título de Tierra firme, la muestra ofrece una revisión por las cuatro décadas de trayectoria del artista (Maasbree, Países Bajos, 1949), así como de sus intervenciones en diversos campos.
“Toda la idea de la exposición se logró; nuestra intención era que nadie viera el esfuerzo que nos costó hacerla, de que fuera algo muy natural. Se siente que fluye, que hay un ritmo, pues el guion está muy definido. Aunque parece que no, los 70, los 80 y los 90 tienen una secuencia cronológica que no me esperaba”, expresó el holandés, quien refiere que detrás de la muestra se exponen 45 años de su producción en México.
ARTE VIAJERO
Jan Hendrix llegó a México gracias a una beca que recibió del Ministerio Holandés de Asuntos Culturales, donde el motivo primordial era trabajar con el paisaje, y fue a partir de ese momento que se inspiró en la estética de artistas viajeros y en la tradición de la representación de la historia natural.
A ello obedece que en su trabajo esté presente la investigación botánica, el paisaje y la elaboración de tapices, pero también aportaciones en el arte gráfico y en la producción de libros.
El público que asista a Tierra firme, que estará en el MUAC del 4 de mayo al 22 de septiembre, descubrirá que Hendrix participó, ilustrando con serigrafías, en una edición especial de 2004 del libro Vivir para contarla, de Gabriel García Márquez, donde el escritor narra parte de su vida; dicho ejemplar, que forma parte de la muestra, fue un préstamo de la señora Mercedes Barcha, viuda del Nobel colombiano.
En el recorrido, Hendrix indicó que muchos elementos suceden en su estudio, pero se construyen y se hacen en talleres diferentes: “La combinación de esos talleres con lo que he trabajado y que son ya muchos, algún día me gustaría enumerarlos, aunque sería una lista muy larga de lugares donde uno puede trabajar”.
Pues bien, esa colaboración multidisciplinaria, se relaciona con “lo que es mi placer por relacionar las técnicas antiguas con las técnicas contemporáneas, tanto respecto a la xilografía como a lo digital”.
AUTOANÁLISIS
Jan Hendrix asegura que su obra es de autoanálisis, lo que lo ha llevado a encontrar su propio camino para unir la ciencia con el arte, pues “reflejan una separación que se registró en el siglo XX. Con toda la crisis que se está viviendo a nivel de la destrucción de la naturaleza, creo que cada vez hay más discusiones entre artistas jóvenes que buscan esta reflexión y que están estudiando otra vez la ecología como si fuera parte de su biblia”.
En cuanto a su obra escultórica, recibirá al público del MUAC como “una especie de pabellón o un lugar donde se puede tomar una taza de té: una propuesta mucho más de un parque y que hace referencia a los palacios y a cuartos hindús llenos de espejos”.
En palabras del curador de la exposición, Cuauhtémoc Medina, Jan Hendrix ha sido una pieza fundamental en el desarrollo de la gráfica en México. “Empezamos hace tres años con la idea de que él no ha tenido una exposición de museo; él tiene mucha autonomía y siempre se ha representado bastante bien, de manera que no ha dependido de que haya iniciativas en torno a su obra; pero, por otro lado, es un artista muy presente y con un trabajo muy extenso que va en varias direcciones: es uno de los grabadores más importantes que hay en este país desde finales del siglo XX”.
CLAVES
CONSTRUCCIÓN
“La rama dorada”, “Postales entre continentes”, “Dibujando la distancia”, “Eneida. Libro VI” y “Materia prima” son las secciones de la muestra.
COLABORACIÓN
Hendrix ha colaborado en libros de artistas como Seamus Heaney y Hans van de Waarsenburg.
TRANSFORMACIÓN
Cuando Hendrix llegó a México, en 1975, se convirtió en una figura esencial de la creación artística del país.