Javier Camarena: “Estoy muy agradecido con todo lo que he tenido hasta ahora”

El tenor debutó con éxito en el Teatro Liceu de Barcelona dirigido por Gustavo Dudamel, con quien trabaja por primera vez.

Actuará en 'La flauta mágica', de Mozart, hasta el 2 de julio. (David Ruano)
Ciudad de México /

Su deseo de seguir creciendo tanto en el ámbito vocal como en el terreno histriónico impulsa al tenor mexicano Javier Camarena, reconocido como el mejor del mundo, a interpretar nuevos roles a su repertorio operístico.

Desde el otro lado del Atlántico, el tenor conversa vía telefónica sobre su papel como Tamino en La flauta mágica, de Mozart, dirigida por el director Gustavo Dudamel, con quien coincide por primera vez en el escenario.

El resultado ha sido fantástico, pues la respuesta del público en la primera función que ofrecieron en el Teatro Liceu de Barcelona "fue muy linda", dice Camarena entusiasmado.

El tenor (México, 1976) cuenta que los nuevos roles operísticos los asume como parte de su crecimiento personal y que añade obras a su repertorio por su gran significado artístico, no por consigna. Es parte del deseo de seguir creciendo y de su amor por la música.

¿Qué reto le representa el papel de Tamino en La flauta mágica?

"En primer lugar, el alemán, que si bien es un idioma que conozco, no es uno de los que domine. Aparte no es lo mismo hablarlo que cantarlo, entonces ese ha sido, yo creo, el más grande reto, porque a la par de estudiarlo y aprenderlo lo mejor posible, en cuanto a la fonética, pues la parte de la memorización implica un poquito más de esfuerzo que cuando estoy aprendiendo una obra en italiano".
“Y por otra parte, es una ópera mozartiana que, si bien he cantado otros roles de Mozart en el pasado, no es de mi repertorio habitual, así que ese también es otro reto, poder ponerle mi propio estilo. La verdad es que he disfrutado muchísimo la obra y el día del estreno fue una gran noche, la verdad es que la disfruté muchísimo”.

¿Con qué se queda del personaje de Tamino?

"Me quedo con nobleza, con su convicción, es un personaje de muchos matices, es muy enérgico cuando tiene que serlo. Tamino es discreto, pero tiene una belleza en sus páginas, en sus partituras, que la verdad es un rol precioso. Entonces, el público lo supo apreciar, fue increíble su recepción".

¿Qué significa cantar bajo la batuta de Gustavo Dudamel?

"Gustavo y yo tenemos ganas de trabajar juntos desde hace muchísimo tiempo. Lo conozco desde hace más de cinco años y habíamos estado buscando la oportunidad de poder colaborar, se dieron las cosas ahora en el Liceu con esta ópera. Es un gran músico, una persona a la que admiro, a la que respeto, y a la que aprecio. Aparte tiene una energía muy bella con la orquesta que se proyecta hacia todos nosotros. Es un gran gusto trabajar con él".

Foto: David Ruano

¿Ya tuvieron la oportunidad de cantar música mexicana con mariachis?

"¡Ja, ja, ja! Todavía no, tenemos ese pendiente".

¿Por qué es importante el Liceu en su carrera?

"Con el Liceu hay una relación muy particular y muy especial, y es que se ha basado sobre todo en la confianza que han tenido para conmigo y para con mi trabajo. Es un teatro donde he podido disfrutar con varios roles y óperas, aquí hice por primera vez Rigoletto y también María Estuardo, hace 10 años El elixir de amor y ahora La flauta mágica. Siempre ha sido un teatro que me ha dado confianza para abordar todos estos diferentes roles yo he hecho todo lo que está en mis manos para corresponder con mi trabajo y con todo el deseo de hacer bien estas obras. La verdad que yo estoy feliz y me encanta porque tengo la oportunidad de cantar en este espléndido lugar".

Como tenor que ha cantado los mejores escenarios del mundo, ¿qué foro le faltaría por pisar?

"La verdad es que no. Creo que el gran sueño de mi carrera fue presentarme en el Metropolitan de Nueva York y debuté ahí hace 11 años; lo más importante es que he permanecido ahí y he estado presente casi en cada temporada con alguna ópera. Entonces estoy muy bien, lo que haga después es por añadidura, estoy más que agradecido por la oportunidad de cantar en muchísimos teatros y, sobre todo, en los que yo he querido cantar. Por ejemplo en este Liceu, en el Teatro Real de Madrid, en Covent Garden de Londres, en la Ópera de París, en el Colón de Buenos Aires y en el Palacio de Bellas Artes; también he estado en el Teatro Bolshói de Moscú... Sí, falta uno, la Scala de Milán, pero si se da bien y si no, estoy muy agradecido con todo lo que he tenido hasta ahora".

hc

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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