Juan Villoro presenta la reedición de una de sus novelas emblema: Materia dispuesta

La novela cumple 26 años y fue reeditada por Almadía con algunos cambios; también presenta La figura del mundo. El orden secreto de las cosas, una novela sobre Luis Villoro, su padre.

Juan Villoro | Especial
Ciudad de México /

El escritor Juan Villoro (México, 1956) dice que este es su año de la paternidad. Por un lado, la editorial Almadía reedita Materia dispuesta, publicado en 1997 por primera vez, en el que la figura del padre es importante dentro de una novela de iniciación.

Villoro tiene un proyecto con Almadía, que relanzará algunos de sus libros emblemáticos y con la que comenzó a trabajar en 2007 con Llamadas de Ámsterdam y Los culpables.

Al mismo tiempo, el escritor publica La figura del mundo. El orden secreto de las cosas, un retrato sobre el filósofo Luis Villoro, su padre, que se conforma con sus recuerdos.

El escritor inicia la charla hablando de cosas de “viejitos”, como los dolores, él perdió el oído izquierdo por el covid y le aquejan algunos males, sin embargo, nada puede detenerlo. Un súper Villoro disfruta la promoción de sus libros y apenas el jueves estuvo en la Feria del Libro de Bogotá junto a Martín Caparrós para discutir de futbol, tal vez así, por fin, podamos ganarle una a los argentinos.

Juan Villoro habla con MILENIO del proyecto con la editorial Almadía, que relanzará algunos de sus libros emblemáticos y con la que comenzó a trabajar a partir de la publicación de Llamadas de Ámsterdam y Los culpables, en 2007.

El escritor mexicano Juan Villoro. (Cuartoscuro)
“Tengo una relación con ellos desde hace más de 10 años. Se me acercaron para reeditar algunos de mis libros que voy a intercalar con algunos de cuentos inéditos que les entregaré y me da mucho gusto que vuelvan a circular”.

¿Por qué Materia dispuesta es importante?

Es darle nueva vida y a mí me dio la oportunidad de releerla y corregir algunas cosas, ya sea ciertos excesos estilísticos que tenía o algunas descripciones demasiado gráficas que no me convencían, porque pensé que por un momento podía normalizarse un cierto abuso infantil, entonces, cambié cosas, pero básicamente la novela es la misma. Me parece que hay elementos que son más actuales ahora que cuando la publiqué por primera vez, hace más de 25 años.

¿Qué temas son?

La ambigüedad sexual. Hoy en día se habla mucho de una sexualidad trans, de una nueva masculinidad, de género fluido, sexualidad no binaria, en fin, una serie de características que tienen que ver con lo que atraviesa mi protagonista; alguien que se enfrenta a distintas formas del erotismo, buscando consolidar una forma particular de identidad y entiende la sexualidad como una gestualidad, no como un destino manifiesto ni predeterminado, y eso me parece que es bastante actual. O el tema de la identidad nacional o la relación con el color de la piel, discusiones que se han dado en foros contemporáneos al respecto, creo que todos ellos tienen nueva vigencia en la novela.

Recuerdo que la novela fue calificada como rara.

Mi primer libro se llamó El disparo de Argón y me propuse que no pareciera la novela de un cuentista, sin embargo para la segunda no me preocupó que se ordenara en siete historias que recorren las edades del protagonista.

Pero, ¿y lo raro?

La novela tiene elementos estrafalarios pero que provienen de la realidad, por ejemplo, el concurso del bello durmiente en una mueblería, algo verdaderamente insólito, que una persona se someta a estar acostado en un escaparate durante un mes para ganar un concurso o el descubrimiento del cuerpo femenino en el teatro Esperanza Iris, que era algo bastante grotesco. Hay muchas cosas que parecen raras porque la realidad mexicana es muy extraña por momentos. Hay elementos que la convierten en una novela esperemos que original, y creo que no hay nada más extraño que lo cotidiano si lo sabes ver de manera diferente.

La vida del protagonista de la novela, Mauricio Guardiola, está marcada por dos terremotos, el de 1957, cuando nació, y el de 1985. La tierra tiene una conducta tan incierta como la del protagonista, quien admira y lucha con su padre arquitecto y mujeriego y una serie de personajes que lo marcarán de por vida. Mientras sobrevive en Xochimilco, se enamora y tiene un despertar sexual en espera de un mejor futuro.

Retratas también un México que esperaba algo más.

Él vive en un México de los años 60, de los años 70, donde se habla mucho del porvenir y se dice que México tiene un camino luminoso en un porvenir democrático, que va a llegar el desarrollo, el consumo de mercancías internacionales, una serie de promesas de bienestar que entonces eran válidas.

La noción de futuro era potente en esos años.

Porque todo se encaminaba hacia transformaciones que aún no ocurrían, era un país donde había grandes expectativas. Hoy en día, estas expectativas se han visto derrotadas porque ya estamos en ese futuro, ya tenemos una democracia auténtica, aunque no perfecta. Tenemos un tratado de libre comercio y ya hemos llegado al supuesto auge económico y estamos en una situación doblemente crítica porque por un lado la realidad está muy degradada, y por otro no hay expectativas. Ya no podemos confiar como antes en esta ilusión de porvenir.

Mauricio sería un hombre maduro como tú, ¿qué pensaría de estos días?

Sería un cincuentón bastante desencantado inevitablemente, que tal vez buscaría consuelo en el arte, porque lo dejamos cuando tiene 28 años, en el descubrimiento del video. Yo creo que la realidad nos queda a deber pero tenemos el arte para compensarla.

Muchos van a descubrir tu novela.

Es un público diferente el de esta novela, creo yo, porque los temas son distintos. Es la única novela de educación que yo he escrito y la gran paradoja es que es una historia de aprendizaje en un país que tiene muy poco que enseñar, por lo tanto es una novela sobre la crisis de la transmisión de valores, la crisis de todos los modelos educativos en un país donde la valentía es representada por el personaje de la Lotería, que sostiene un cuchillo ensangrentado, y donde el patriotismo tiene que ver con la letra del himno, que es sanguinaria, donde la idea de masculinidad tiene que ver con un machismo represivo. Todas estas cosas confunden mucho al protagonista.

Él no se asocia con ese país, pero no encuentra una manera de ser distinto.

Por eso su mascota es el ajolote, él vive en Xochimilco, donde hay ajolotes, una criatura ambigua que está entre el agua y la tierra y solamente algunos ajolotes mutan en salamandras, entonces él está esperando esa metamorfosis y el país mismo también la está esperando. Es una novela sobre el anuncio del cambio y una reflexión irónica sobre lo que somos.

Vas a llegar a una nueva generación de lectores.

Bueno, yo espero eso, no lo puedo decir (risas). Ojalá haya otro tipo de electores para esta novela. Uno siempre espera que los lectores se renueven y que lo que tú dices cobre nuevo sentido con el tiempo y que se entiendan de distinto modo a medida que pasa, que es una de las grandes cosas de la literatura, que los lectores de distintas generaciones le otorgan sentidos diferentes a aquello que leen.

Veintiséis años después vuelve a aparecer esa novela y también publicas un libro sobre tu papá.

Se llama La figura del mundo. El orden secreto de las cosas ((Random House). Es una historia sobre mi padre, Luis Villoro, con algunos pasajes de mi memoria en torno a él y también, como con Materia dispuesta, es otra reflexión sobre la paternidad pero en este caso real, y es un retrato de la figura que fue para mí, trato de entenderme a mí mismo, a través de su herencia. Es el año de la paternidad.

Y, además

En el prólogo de Materia dispuesta, Villoro detalla que suprimió un par de escenas “que pretendían reflejar con transparente inocencia la perversión polimorfa de la infancia, como la llamó Freud, y que en la relectura me molestaron por su innecesaria crudeza. Mauricio Guardiola no aprende mucho, pero su autor debe hacerlo. Ha pasado suficiente tiempo para que esos pasajes me parezcan demasiado próximos al mundo primitivo en el que crecí, donde el abuso infantil era común”. 

DAG

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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