Hoy, la explanada del Centro Cultural Mexiquense, en Toluca, se convirtió en uno de los “siete infiernos”, pues los “Judas”, de papel y carrizo, lucieron sus cuernos, maldad y su color rojo tan característico, que conjugado con el sol radiante, dieron una atmósfera distinta a esta tradición.
Con sus grandes colmillos, patas de cabra y con ese aspecto tan malvado, recordaron que en este momento de crisis, el mal puede tener miles de formas, desde un virus, una cama de hospital hasta la avaricia, la corrupción e incluso un político acusado de violación.
Para darles forma a estos “Judas”, que miden entre uno y dos metros de altura, las manos de artesanos mexiquenses trabajaron día y noche; el papel, el carrizo, la pintura y la creatividad fueron los principales materiales, que por más de dos décadas han hecho posible el tradicional concurso de “Judas”, que este año llegó a su edición XXVIII.
Artesanos provenientes de 14 municipios, entre ellos, Toluca, Zinacantepec, Almoloya de Juárez, Tultepec, Lerma, Chalco, Teotihuacán, se vistieron de fiesta y acudieron a este espacio a iniciar con su registro para participar de dicha tradición, recuperada por el artista mexiquense, Luis Nishizawa.
Entre los temas expuestos por los artesanos sobresalieron la vacunación anticovid y la crisis sanitaria derivada de la pandemia, aunque también retomaron algunas otras problemáticas de la sociedad actual, como el crimen organizado, la corrupción y la candidatura de Félix Salgado Macedonio.
¿Cuál es su origen?
Esta tradición fue recuperada en 1994, hace más de dos décadas, y se ha convertido en una parte de las celebraciones religiosas que se enmarcan en la Semana Santa, pues las familias toluqueñas, año con año esperaban su recorrido por las principales calles de la ciudad, para después verlos arder en la Plaza de Los Mártires.
Dichas figuras representan a Judas Iscariote, simbolizando la traición a Cristo y utilizan a la imagen del Diablo, como una encarnación del mal, para ser quemados durante el Sábado Santo o Sábado de Gloria.
Para este año, el número de participantes fue de más de 62 piezas, mientras que en el año 2020 fueron 92 “Judas”.
En el primer concurso se contó con la participación de 11 piezas, pero ha crecido cada año la participación, llegando a más de 159 en 2019, cuando más de 10 mil personas acudieron a la Plaza de Los Mártires a ver cómo el fuego consumía a las 30 obras ganadoras.