¿Es la vivienda social un interés presente hoy en la arquitectura? De acuerdo con el arquitecto mexicano Alberto Kalach el interés en este tema es relativamente nuevo, “si acaso inició de manera masiva con la Revolución Industrial, en Europa”, sin embargo considera que falta mucho por estudiar respecto a “estos modelos de viviendas emergentes para cientos y miles de obreros”.
Previo a la presentación del libro Alberto Kalach. Taller de Arquitectura X, el encargado de proyectos como la Biblioteca Vasconcelos, la Galería Kurimanzutto o la propuesta para integrar el Bosque de Chapultepec con la ciudad, dijo que en México durante los años 40, 50 y 60 hubo un desarrollo importante que más tarde quedó en el abandono.
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“Hasta hace seis años el Infonavit lo retomó con el taller que dirigía el arquitecto Carlos Zedillo y ahora está otra vez abandonado porque ya dijo el propio presidente que los arquitectos no sirven para nada, ni los ingenieros, los médicos, los periodistas, todos nosotros”.
Sobre lo que se puede hacer para retomar la importancia de la vivienda social Kalach dijo que por parte del gremio hay un gran interés. Pero lo que se requiere es “alguien que valore, una institución pública de gobierno que valore la importancia de pensar arquitectura, ingeniería, ciencia, medicina… Se requieren autoridades más preparadas y más sensibles”.
Un libro de dibujo
Colegas íntimamente ligados a la trayectoria del arquitecto se dieron cita recientemente para la presentación del volumen editado por Miquel Adriá quien habló de Kalach como “un arquitecto al que difícilmente se le puede leer por su estilo, o por su tendencia, o por repetir siempre una misma idea, sino que es una constante generación creativa, audaz y propositiva de proyectos”.
Alberto Kalach. Taller de Arquitectura X, editado por Arquine, reúnen 40 años de trabajo del arquitecto mexicano Alberto Kalach. En el volumen colaboraron Carlos Martínez, Fernando Fernández, Juan Palomar, Miquel Adrá y Eduardo Vázquez Martín.
Para este último es un “libro que tiene varias lecturas, pero fundamentalmente es un libro de dibujo”.
Mientras que el escritor Fernando Fernández lo describe como “un cuaderno que se puede tachar, un instrumento de trabajo donde realmente se pueden consultar las obras, disfrutarlas, hojear largamente las reproducciones”.
Militares por hectárea
Respecto a la propuesta que diseñó hace más de 15 años para el Bosque de Chapultepec, el arquitecto mexicano mencionó que uno de sus principales propósitos era integrarlo a la población, que fuera de fácil acceso y que conectara todas las secciones que integran el bosque y, a su vez, unir todo este sector con los barrios circundantes.
Sin embargo, —apuntó— “el proyecto le pareció un juguete divertido al artista Gabriel Orozco. Aunque han hecho cositas, han derribado miles de árboles en la tercera sección para plantar unas varitas que espero que crezcan porque las plantaron en temporada que no llueve, pero los propósitos principales no están logrados, ni siquiera están intentado hacerlo”.
“Nosotros propusimos desde hace 15 años sacar a los Pinos de Chapultepec para poder integrar la primera con la segunda sección, sin embargo, se salió el presidente, pero siguen habiendo 50 hectáreas de militares ahí y no solo eso, sino que ahora no solo tenemos a los militares dentro de Chapultepec, sino en todos los aeropuertos, en los trenes, en las aduanas. Entonces esta idea de democratizar el espacio no se logró. Todo se desvirtuó”.
PCL