Un recorrido por los inicios del cartón político ofrece la exposición Caricatura y Revolución. Los Flores Magón y las revistas satíricas de combate, la cual subraya que el trabajo de los creadores fue fundamental como sustento ideológico de la Revolución Mexicana.
Rafael Barajas El fisgón, como estudioso e historiador de la caricatura en México, aseguró en el recorrido por la exhibición que “las revistas de caricatura de la época fueron precursoras directas de la Revolución Mexicana”.
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La muestra, curada por Barajas, se inaugura este sábado en el Museo del Estanquillo Colecciones Carlos Monsiváis. El caricaturista dijo que gracias al relato oficial se piensa que la Revolución Mexicana empezó el 20 de noviembre de 1910: “Eso no tiene sentido porque de hecho empieza en 1906 con el programa del Partido Liberal Mexicano, con las primeras insurrecciones maderistas, pues Francisco I. Madero abreva de esos movimientos, incluso dice Enrique Flores Magón que su carnet salta del Partido Liberal Mexicano”.
El caricaturista afirmó que el medio centenar de óleos, dibujos, litografías, grabados y fotografías reunidos en esta muestra son de gran importancia histórica, no solo para México sino para el mundo, porque habla de cómo se consolidó la primera Revolución social del planeta.
“La Constitución de 1917 fue la primera que consagró los derechos sociales, es decir, la jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo suficiente, vacaciones y el reparto agrario. Meses después los bolcheviques en Rusia aprobaron una constitución con derechos similares, pero aquí el tema de fondo es que lo que leían los bolcheviques eran escritos de Marx, Engels, Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo
“En cambio los revolucionarios mexicanos leían los periódicos El Hijo del Ahuizote, El colmillo público y El Ahuizotle Jacobino. Cómo te explicas que en revistas de caricaturas hayan surgido puntos tan similares y distintos. Te lo explicas entre otras cosas por la capacidad que tienen las imágenes de contener ideas que ofrecían una visión crítica del régimen de Porfirio Díaz”.
El especialista explicó que la exhibición sintetiza varios periodos: primero están los antecedentes que explican el origen de la gráfica política, después el nacimiento de las revistas de las caricaturas, posteriormente se aborda el surgimiento de la caricatura política en México.
“Se plantea cómo se consolida en México la caricatura mexicana de combate y la manera en que surge una rama antiporfirista que empieza siendo liberal, aunque después termina siendo socialista y que está en el origen de la Revolución Mexicana”.
Las publicaciones El Hijo del Ahuizote, El Colmillo Público y El Ahuizotle Jacobino fueron fundamentales en la historia de México, aunque afirmó, son poco estudiadas.
Destacó que revistas como La Caricature, creada en Francia en 1830, dio origen a la primera vanguardia artística moderna en México, y a los artistas que buscaban cambiar a la sociedad.
“Yo lo que creo, que es parte de la tesis de la exposición, es que la primera vanguardia artística de alcances importantes, nacida en Occidente, fue precisamente esa revista, la cual establece que los artistas pueden ser la vanguardia de la transformación de la sociedad. Eso llega a México de manera tardía, en la década de 1850 y 50 años después se cristaliza en la Revolución mexicana y adquiere una identidad y lógicas propias, con lo que termina derrocando a la dictadura de Porfirio Díaz, porque fue un proyecto artístico, político y cultural”.
El Fisgón expresó que la participación de los hermanos Enrique y Ricardo Flores Magón jugó un papel crucial en el derrocamiento de Porfirio Díaz, debido a que utilizaron a El Hijo del Ahuizote para minar la popularidad de Díaz, así como para difundir las ideas disidentes.
La muestra Caricatura y Revolución. Los Flores Magón y las revistas satíricas de combate se podrá visitar hasta el mes de abril en el Museo del Estanquillo Colecciones Carlos Monsiváis, ubicado en Isabel La Católica 26, en el Centro Histórico.
PCL