Estudió hasta quinto de primaria, tiene 57 años y una gran sonrisa; se llama Martín Roberto Murillo Gómez, pero lo conocen como Marto y, junto a su Carreta Literaria atestada de libros, recorre pueblos, ciudades y ferias de libros. Es un “loco” apasionado por promover la lectura, sobre todo entre los niños.
La historia de Martín comienza en un barrio complicado, entre violencia y vicios, pero dice en entrevista con MILENIO que la lectura lo salvó y ahora es toda una celebridad; de hecho su figura se inmortalizó en playeras y artículos del Hay Festival Cartagena de Indias.
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—¿Cuál es su historia?
Yo soy chocoano del pacífico colombiano, y he venido al Caribe desde finales del siglo pasado y me instalé en Cartagena como vendedor de aguas y refrescos en la calle, como muchos que hay por aquí, y después de muchos años logré tener mi proyecto de vida que se llama La Carreta Literaria. Leamos y La carreta es una alegoría, como un homenaje a ese vendedor ambulante que siempre voy a ser. Pero lo que realmente me ha construido es la lectura, porque la lectura es como la mamá de uno y el acompañamiento del genio.
—Usted es toda una figura en el Hay Festival de Cartagena.
Yo he estado en los veinte años, cuando inicio este proyecto y, en la medida en que fue creciendo, me voy dando cuenta de lo importante que es la lectura, desde la primera infancia hasta la universidad, y en el camino voy descubriendo que los niños no tienen sincronización, que les falta fluidez, y nos vamos encaminando por ahí para, con los cuentos de Gabriel García Márquez, José Saramago o Carlos Fuentes; pienso que con todo ese mundo literario podemos ayudarles a mejorar su calidad de vida.
—¿Cómo consigue los libros?
La mayoría me lo regalan los escritores, las editoriales o universidades. Entonces tenemos una gran biblioteca; lo que ve aquí es una selección de títulos, pero debo tener más de mil libros infantiles y regalo muchos porque no tenemos un espacio físico para guardarlos; pero en la carreta siempre hay unos doscientos.
—¿Y la carreta por dónde anda?
Por todas las calles, por todo el estado de Bolívar y por los países que me inviten: he estado en su país, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en Madrid, Venezuela, Argentina y en Panamá.
La famosa carrera que lleva el logo del Fondo de Cultura Económica tiene una página de internet y ahí, Marto tiene fotos con muchos escritores en su carreta, Fernando Savater, Mario Vargas Llosa, Margaret Atwood, Leonardo Padura, Sergio Ramírez y muchos más que han visitado y apoyado a la famosa carrera.
—¿Conoció a Gabriel García Márquez?
Claro, lo quería mucho y siempre me preguntaba si era feliz con esto y yo le respondía: "Claro que soy feliz, muy feliz" . Y siempre me regalaba libros firmados y un apoyo decisivo fue el de Jaime Abello, director general de la Fundación Gabo, quien es fundador patrocinador junto a Raimundo Angulo, presidente del reinado nacional de la belleza.
—¿Y de qué vive?
La carreta es una organización sin ánimo de lucro. Cuando a ti te apasiona la lectura y te vas a dedicar a ello, pues debes ser como coche de la Fórmula 1, tener una serie de patrocinadores que te permitan desarrollar tu proyecto, porque no puedes tener otra actividad alterna; porque todo esto te quita el tiempo y a la lectura hay que dedicarse de tiempo completo.
—¿Cree que la lectura puede salvar vidas?
La mía y la de todos, estamos reunidos en torno a la literatura; mire el Hay Festival Cartagena ya cumplió 20 años en una ciudad que se supone que es clasista; dos décadas se dicen muy rápido, pero cuando se mira hacia atrás son muchas cosas las que se ganan y vea todo lo que el Hay lleva a las comunidades. Yo soy testigo de primera mano de ello.
Y Marto toma el control de su carrera y se dirige a un grupo de niños que lo reciben entre abrazos y pidiendo que les lea o les presente uno de sus libros que, seguramente, tocará sus vidas
Si quiere conocer más del proyecto e incluso apoyarlo, visite este enlace.
PCL