“La enseñanza más grande que nos dejó Francisco Toledo fue que podemos trabajar en comunidad”

Casa Cultural Olinka convocó a un vuelo masivo de papalotes en el Zócalo de Puebla para despedir a Toledo.

Casa Cultural Olinka convocó a un vuelo masivo de papalotes en el Zócalo de Puebla para despedir a Toledo. (Raquel Toribio)
Raquel Toribio
Puebla /

Sin la necesidad de un cartel de referencia o distintivo de la actividad, bastó solo con ver el papel, hilos y palitos de madera para saber que manos poblanas alistaban papalotes para despedir a uno de los más importantes artistas de México, cuyo rostro fue colocado en algunos de los artefactos: Francisco Toledo, quien falleció el pasado 5 de septiembre y por lo que Casa Cultural Olinka convocó a un vuelo masivo de papalotes en el Zócalo de Puebla, llamado al que acudieron artistas y admiradores, que replicaron el vuelo que realizó el juchiteco en honor a los 43 de Ayotzinapa.

Alfredo Aparicio, representante de Casa Olinka, indicó que esta actividad forma parte de un reconocimiento para uno de los principales artistas, promotores culturales y activistas de las últimas décadas de México, así como un llamado a continuar con su legado en la defensa del patrimonio.

“En mi caso, soy fotógrafo y yo estudié fotografía por él, ya que fui uno de los beneficiarios de la beca de residencia en la Centro de las Artes de San Agustín Etla. Entonces, sabemos toda su labor, la lucha que tuvo por la preservación de la cultura y sobre la defensa del maíz, para que no entraran transnacionales. Decidimos hacer un acto por su memoria”.

Sobre el llamado a elaborar papalotes, Aparicio comentó que “además del acto poético del viento, lo que simboliza, es un homenaje para él. Más que a un artista perdimos a un gran luchador social. Es una gran pérdida, y sus ideas muchos las tratamos de replicar con la apertura de lugares culturales. Sembró bastantes semillas de conciencia, de que podemos seguir persiguiendo sus pasos, que no estamos solos”.

Al ser cuestionado sobre la enseñanza que dejó el artista visual, Aparicio comentó que se trata de “el amor a México, el saber que podemos trabajar en comunidad, de una forma independiente, porque siempre vamos a querer un mejor país. En Puebla, tratamos de replicar lo que realizó en Oaxaca. Muchos de quienes estamos en Casa Olinka son de Oaxaca, hay un vínculo entre ambos estados”, expuso.

Por su parte, Luz María Juárez Núñez, integrante de Casa Olinka, destacó la labor del artista visual y su compromiso con la identidad mexicana: “Deseamos que le vaya muy bien. En memoria del maestro. Es una perdida muy grande, con el rescatamos el maíz, rescatamos las cultural indígenas, el ser un mexicano puro y honesto, el impulsar el arte. Era un hombre auténtico y congruente. Donde quiere que esté, sabemos que estará alegre”.

Por último, señaló que las nuevas generaciones tienen un compromiso de “honrarlo, de ser un mexicano que cultive su cultura y eso trataremos de hacer”, finalizó.


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