La lección que Frida Kahlo nos dio tras perder una pierna

El museo Victoria and Albert de Londres reúne en una magnífica exposición sobre Frida Kahlo, sus vestidos, pinturas y objetos personales que ayudan a entender cómo su personalidad sigue fascinando.

Frida Kahlo: Making Her Self Up, (haciéndose ella misma) que se inaugura el sábado y estará abierta hasta el 4 de noviembre, presenta más de 200 objetos de la Casa Azul, el estudio y vivienda de infancia de la pintora en Coyoacán, donde murió en 1954 a los 47 años.

En la muestra hay vestidos, joyas, cartas, pinturas, fotos familiares, maquillaje, medicamentos, sus corsés médicos o su pierna protética.

Esa pierna "es muy moderna y superbonita. Tiene una bota roja, le puso unos retazos de bordados chinos, le puso un cascabel incluso para que sea más evidente. ¿Por qué iba a ser una pierna fea si ella era una artista?", explica Circe Henestrosa, curadora de las curadoras de la exposición.

La tía de Henestrosa era parte del círculo intelectual de la pintora y "le traía huipiles de la región del istmo de Tehuantepec", en Oaxaca, recuerda. 

Frida empezó "a usar faldas largas para disimular la pierna, es la primera vez que empieza a establecer una relación entre su cuerpo y su indumentaria", narra la curadora, recordando además que el huipil atrae la mirada al torso.

Con esos huipiles, Kahlo "quería demostrar sus , se quería ver muy mexicana", en una época —la inmediatamente posterior a la Revolución— en la que el país busca reforzar su identidad en el indigenismo. Además, "ella era comunista, y la hace parecer más del pueblo", añadió la curadora. 

"Esa es la parte que queremos mostrar en la exposición: Frida la persona, Frida la mujer, una persona a la que le gustaba el perfume, que era increíblemente femenina, que no dejó que la discapacidad la definiera. Una artista mexicana, de piel morena, que sirva de modelo a las chicas jóvenes: ser diferente es algo increíble, está muy bien ser distinta".

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