Año con año, miles de creyentes se dan cita en el Santuario del Señor de Chalma, ubicado en el municipio de Malinalco, uno de los templos más concurridos del Estado de México pues únicamente durante la semana santa de 2022 las autoridades estimaron que cerca 30 mil feligreses asistirían a venerarlo. Sin embargo, detrás de esa veneración se esconde una sangrienta y milagrosa leyenda.
El Dios de Oxtotéotl
La leyenda cuenta que en 1537 la Recolección de Religiosos Agustinos se encontraban evangelizando las regiones de Malinalco y Ocuilan. Los frailes Sebastián de Tolentino y Nicolás Perea estaban al mando de adoctrinar a dicho territorio pero, durante su misión fueron notificados que en una cueva cercana a Chalma se veneraba a una deidad llamada Oxtotéotl, Dios de las Cuevas.
La manera de idolatrar a la deidad referida era a través de sacrificios humanos con el único fin de que este mantuviera el equilibrio del universo.
Los religiosos pidieron a algunos indígenas que los guiaran hacía aquel lugar no sin antes armarse con una cruz para defenderse de todo mal; al llegar al sitio, consideraron un acto diabólico el que se llevaba a cabo dentro de dicha cueva por lo que decidieron evangelizar el lugar y a todos los que veneraban a dicho ídolo.
Aparición del Señor de Chalma
Algunas versiones dicen que tras realizar la tarea evangelizadora, los religiosos regresaron tres días después al lugar y se llevaron una grata sorpresa, pues en el lugar donde se hallaba la figura del Dios de las Cuevas ahora se postraba el Crucifijo del Señor de Chalma, mismo que se venera en la actualidad.
Algunos creyeron que la imagen había sido puesta por los mismos frailes mientras que los religiosos aseguraban que la imagen había sido traída por ángeles de Dios.
La leyenda dice que eso le importó poco a los indígenas pues su Dios había sido derrotado y no existía ningún rastro de destrucción en el mundo, por lo que aceptaron que la deidad de los Agustinos era más poderosa que la suya; es así que los indígenas fueron evangelizados y el Cristo de Chalma se convirtió en la nueva figura divina de la región.
JASJ