Sí, wey, todo bien, de Diego Aviña, es una comedia que surgió a raíz de las pláticas de tres amigos, los protagonistas de la obra que cuestionan lo que implica ser hombre en la actualidad.
Omar Ávila García, productor de la obra, dice que recurren a la comedia para plantear este tema, el cual ofrece diversas aristas.
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En entrevista con MILENIO, Ávila asegura que el público reconocerá las ideas de la masculinidad tradicional a través de las pinceladas de la obra, en la que se muestra que los jóvenes no encuentran trabajo, qué significa ser un hombre ser asexual así como la violencia que hay entre los hombres de la comunidad LGBTI+.
“Todo eso llevado a través de diferentes situaciones que nos van a hacer pasar muy buen rato, pero al mismo tiempo dejarán muchas preguntas sobre la mesa”, dice sobre la obra, que iniciará temporada el 25 de enero en el Foro A Poco No.
Ávila García subraya que la masculinidad se aborda en el sentido de que a los hombres aún se les educa para que no lloren, para que sean fuertes y proveedores en la familia, aspectos que se cuestionan en escena.
“El machismo es abordado en el momento en que uno de los personajes se enfrenta a que su novia está embarazada, y él se pone en plan machito diciendo que será el proveedor, a lo que la joven responde que esa es una decisión que le corresponde tomar a ella. Luego de analizar la situación, él se da cuenta de que se ha equivocado”, destaca el productor.
Son tres personajes sobre el escenario: Epigmenio, José Rodolfo y Saúl, cada uno va mostrando una cara del machismo y de la masculinidad tóxica.
“Lo que yo comentaba con el equipo cuando me llamaron y me dieron la obra para que me integrara como productor, es que en teoría todos estamos educando a las nuevas generaciones a pensar diferente, a cambiar el chip.
“Pero también soy docente y veo cómo mis alumnos, cuyas edades andan entre los 16 y 20 años, todavía deben trabajar mucho en esos cambios; no lo hemos logrado como sociedad”.
Ávila cuenta que son aspectos que se tocan porque invitan a la reflexión, como el hecho que dentro de la comunidad LGBTI+ hay violencia y abuso, aunque nadie se atreve a decirlo y menos a denunciarlo por miedo al qué dirán.
“Es más común el abuso de lo que se sabe, no tenemos estadísticas ni datos duros debido a que no es fácil denunciar, es un proceso interno muy fuerte, pero si a eso agregamos el estigma de ser hombres y que se les diga ‘cómo fue posible que te dejaste abusar’, es peor todavía, por eso no hay tantas denuncias”, dice.
¿Qué significa ser hombres? Los protagonistas que intervienen en la obra, con la dramaturgia de Diego Aviña y la coordinación de escena de Alan Uribe Villarruel, llegaron a la conclusión de que todavía no lo saben, que están en ese proceso.
Ávila García explica que “en dicho proceso todos deberíamos estar reeducándonos, tratando de cambiar para darle otro significado al ser hombre, quitarnos todos esos abusos, hacer a un lado las malas decisiones y los malos aprendizajes, para realmente poder hacer un cambio, pero nos dimos cuenta que no es fácil”.
La expresión “sí wey, todo está bien”, se usa para decir que no pasa nada, que los problemas no se cuentan porque hay que resolverlos solos, cuestiona.
“Cuando nos preguntan ¿qué nos pasa?, decimos: ‘sí todo está bien, no pasa nada’, porque nos da miedo profundizar, ya que no nos han enseñado, como hombres, a mostrar que tenemos sentimientos, nos da pena expresarlos, la cuestión es que nos han enseñado a no pedir ayuda, porque si la pides es símbolo de debilidad”.
Bernardo Camarena, Alejandro León y Diego Aviña, confrontan a la masculinidad marcada por el machismo, por medio de humor, hacen referencia a sus faltas, aciertos, errores y violencia para plantear lo que realmente significa ser hombre.
La obra Sí wey bien, la cual es coproducción de Sagredo Producciones y Alusiones Teatro, ofrecerá funciones del 25 de enero al 4 de febrero, los jueves y viernes a las 20:00 horas; los sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas, en el Foro A Poco No, ubicado en República de Cuba 49, en el Centro Histórico.
PCL