Mujer muralista
Durante muchos años las mujeres fuimos ayudantes, modelos, musas y con poco espacio para intervenir el espacio público y el muralismo, que sigue siendo apropiado por los varones. Me subo a los andamios en Chiapas con mis alumnas, cada vez somos más y estamos también dispuestas, con la firme intención de que estos espacios públicos tengan la mirada de las mujeres, nuestra perspectiva.
La insatisfacción creadora
Para mí pintar es una posición política de mantenerme en la firme necedad de producir, pese a la universidad, a la familia, a las condiciones sociales que enfrentamos. Disponer de 1 o 2 horas para sentarme en el caballete e ignorar el mundo, es un viaje continuo entre la insatisfacción constante del mundo, de la vida cotidiana y la necesidad de enfrentarlo en un lienzo que después me insatisface en la misma medida, y que me lleva a un otro lienzo, a otra nueva búsqueda, es un viaje eterno.
Soy el espejo
Pertenezco a un universo familiar mayoritariamente femenino, entonces tenía inquietudes personales pero también concernientes a mis hermanas, a la imagen de nosotras, y la línea que existe entre la belleza y la violencia. Me cuestiono frente al espejo el canon de la belleza y he querido llevar esas reflexiones del espejo a la superficie pictórica como tal. Creo que las mujeres nos podemos encontrar en el espejo, buscarnos en el espejo y encontrar a las otras mujeres en el espejo.
La mujer y el hilo del tiempo
La mención hacia el hilo de la historia, al hilo de Penélope, de Ariadna, de las Moiras, una que hila, otra que mide la vara de la vida, otra que corta, es el acto considerado históricamente femenino, que es coser. Es la alusión al tiempo, un juego con este hilo, con este tiempo a través de la máquina antigua, como un elemento anacrónico. Esta máquina era de mi abuela materna, es ese hilo del linaje materno, pero mi abuela paterna es actualmente una costurera, mi hija pequeña viste sus creaciones, con 87 años se sigue sentando a una máquina que le dio sustento a su familia y que nos conecta a través del tiempo. Ese hilo lo chupamos, lo cortamos, lo tragamos, lo estiramos, todo en este proceso de bordar, tejer, es tirar la hebra de todo lo que traemos adentro en una historia que nos ha callado.
Arte y destino
Atada, me siento atada totalmente al arte, creo que entrar en la práctica artística, en el pensamiento que implica la creación artística en la pintura, es irremediable, es un destino inamovible, no tiene fin, es un ciclo como el de Penélope, como el de la rueda que gira en la máquina, al que no puedo renunciar y no estoy dispuesta a ello.