La renuncia de Amaranta Leyva

Me entero con cierto retraso de la carta de renuncia de la gran dramaturga y titiritera Amaranta Leyva a la Casa Lázaro Cárdenas

FOTO: Facebook Casa de Cultura Lázaro Cárdenas
Jaime Chabaud Magnus
Ciudad de México /

Me entero con cierto retraso de la carta de renuncia de la gran dramaturga y titiritera Amaranta Leyva a la Casa Lázaro Cárdenas y casa de cultura con enfoque infantil en finca Palmira, uno de los poquísimos proyectos (que se cuentan con una mano) de la actual titular de la Secretaría de Turismo y Cultura (STyC) del estado de Morelos, la restaurantera Julieta Goldzweig Cornejo. En manos de Amaranta Leyva, la conocida Casa Palmira floreció en poquísimos meses de manera meteórica, como era de esperarse de esta mujer trabajadora pero también sobrecapacitada por todos sus años de estudio y labor en la cultura para infancias dentro y fuera del país. 

Amaranta Leyva se va del puesto por “violencia laboral y de género” ejercida por un hombre al que ya se le ha acusado reiteradamente de violentar a sus empleados: Antonio Lestrade Gris, que ostenta sin ninguna preparación el cargo de secretario técnico de la STyC. Pero dejemos que hable la carta de renuncia de Amaranta Leyva a partir de sustraer unas perlas sobre el comportamiento del secretario técnico. 

Primera perla: “La primera agresión sucedió el 30 de abril del año en curso, en el evento del Día del Niño en la Plaza de Armas. Al llegar a la plaza me gritó en público diciendo que alguien de mi equipo no estaba haciendo bien las cosas, cuando a la postre ese evento resultó ser todo un éxito”. Segunda perla: “En su oficina me dijo que yo sólo iba a ‘desparramar’ mis senos en su escritorio porque me llegaban a la cintura”. 

Tercera perla: “En relación con mi equipo: específicamente respecto de Martha Jasso, encargada de Jurídico de Casa Lázaro Cárdenas, me solicitó que le dijera que se vistiera de otra manera porque parecía una ‘puta’.” Cuarta perla: “Un comentario más de mi equipo: fue respecto de Erin, encargada de Comunicación, me pidió le dijera se pusiera un brassiere porque ‘se le veía todo’ y que tenía que hacerlo yo porque si no, él se lo iba a decir de peor manera.” 

¿Quién protege a Lestrade Gris, gobernador Cuauhtémoc Blanco?

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