La víspera del 10 de Mayo la Facultad de Medicina inauguró un “lactario” para empleadas, profesoras y estudiantes de la UNAM. Por ahora, la iniciativa de su nueva directora, la doctora Ana Carolina Sepúlveda, se limita a un solo cubículo. El hecho en sí es encomiable pero convendría que se propagara a otros centros de trabajo ⎯a eso se comprometió el representante del STUNAM. Este espacio de lactancia se adorna con la escultura en cerámica Ofrenda/ Senos de obsidiana, que se pidió ex profeso en donación a la artista Adelia Sayeg, quien expone actualmente en una dependencia de esa casa de estudios: el Antiguo Palacio de Medicina (o de la Inquisición), en el Centro Histórico de la CDMX.
En el Palacio puede visitarse la instalación de 330 senos en cerámica, fibras y textil, hasta finales del mes de junio de 2024. La ofrenda de un pecho femenino para el lactario de la Facultad tendrá presencia permanente entre las usuarias que quieran amamantar a sus hijos cómodamente y en paz.
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Si nos conformáramos con la definición del diccionario (“Senos: Cada una de las mamas de la mujer”), omitiríamos el prodigioso imaginario, la mística y el erotismo que desde tiempos inmemoriales acompañan esta parte delicada de la anatomía femenina. Más allá de la connotación científica, clínica u obstétrica, la instalación Ofrenda/ Senos de obsidiana convoca a la mitología que envuelve al pecho en tanto que símbolo de amor, fertilidad, protección y sustento: está dedicada al aspecto nutricional y fusional de un arquetipo de la Madre, es decir la Tierra.
El título de la obra asocia el busto a la obsidiana, una roca volcánica que en el México antiguo tenía una función esotérica purificadora; todavía hoy, se usa como amuleto para beneficiar los flujos del cuerpo y sustituir las energías negativas en bienestar y serenidad.
En su trabajo escultórico, la artista mexicana Adelia Sayeg suele conciliar la cerámica de baja temperatura y otros materiales orgánicos. En fechas recientes, también ha elaborado vasijas en forma de úteros ensamblados con conchas, colmillos, cascabeles y retazos tejidos que transmiten el deseo de unir, remendar y renacer. Este nuevo conjunto de 80 urnas, titulado Nana Muluc (“Abuela luna” en maya), será objeto de una exposición en el Palacio de Medicina en 2025; la intención es simular un espacio de gestación con el que se pueda interactuar, y que evoca aquellas carpas vernáculas donde se congregan las mujeres para salvaguardar la intimidad, compartir fórmulas de medicina tradicional y proteger los ciclos naturales de la vida.
Para concebir el mar de senos del Palacio, Adelia Sayeg moldeó las concavidades con barro y saliva, cubrió sus grietas con fibras y textiles, las pintó en tonos arcillosos o rojizos, esgrafió algunas con frágiles motivos geométricos, y dispuso el conjunto en una cuadrícula ritual. Nos convida a sumergirnos en una dimensión sagrada de lo femenino y valorar su vigencia. Orienta nuestra conciencia a combatir los pensamientos de derrota, y nuestra sensibilidad a fomentar la armonía entre los seres vivos, la naturaleza y el cosmos, en una perspectiva de sanación y concordia universal.
Ahora montada en lo que antaño eran celdas carcelarias de la Inquisición, la instalación Ofrenda/ Senos de obsidiana cobra una fuerza liberadora. Adelia Sayeg revela que la realizó en memoria de las antepasadas de su familia, todas ellas mujeres que en tiempos adversos retaron los peligros de la travesía desde sus tierras mediterráneas de origen (Líbano, Turquía, Grecia) para emigrar hacia América y asegurar su descendencia en México.
Adelia Sayeg ha expuesto de manera individual en el Museo Anahuacalli, el Antiguo Arzobispado de la SHCP y la Galería Óscar Román de la CDMX; en el Museo Textil, el Centro Cultural San Pablo y la Galería Quetzalli de Oaxaca; y en el Museo de Antropología de Xalapa. Ha participado en numerosas exposiciones colectivas, la más reciente de ellas titulada “Mujeres entretejidas” en el Museo de la Ciudad de Querétaro en 2022. Asimismo, ha publicado una voluminosa monografía de su obra, prologada por Vicente Rojo y titulada Camino a pie. Adelia Sayeg (Ámbareditores, México, 2020).
AQ