Premio Pulitzer 2020 por su ópera The Central Park Five (2019), el compositor Anthony Davis tuvo que esperar casi 40 años para que su obra más famosa se estrenara en la Metropolitan Opera House: X. The Life and Times of Malcolm X (1986), sobre el activista por los derechos civiles asesinado en 1965.
“Malcolm X es un héroe trágico y tiene que ser una ópera”, cuenta Davis que respondió a su hermano Christopher cuando hace cuatro décadas discutían cómo llevar la biografía a la música. Y justo refiere que el ritmo que impone en su ópera representa a ese personaje trágico, cuya vida estuvo marcada por la violencia, desde el asesinato de su padre hasta el suyo propio en Nueva York.
La violencia como leitmotiv en la historia estadunidense está en el corazón de esta ópera.
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Se trata de una obra prácticamente familiar cuyo libreto fue escrito por su prima, la poeta Thulani Davis, quien años más tarde también colaboró con él en la ópera Amistad (1997), una historia sobre la esclavitud de la que ese mismo año Steven Spielberg hizo un filme homónimo, con Morgan Freeman, Anthony Hopkins, Djimon Hounsou, Matthew McConaughey y Chiwetel Ejiofor.
X. The Life and Times of Malcolm X fue el debut del también jazzista en la ópera, género en el que ya cuenta con ocho títulos, el más reciente The Central Park Five, también enfocado a personajes reales, víctimas del racismo en Estados Unidos y de la negación de justicia y derechos civiles.
Nacido en Paterson, Nueva Jersey, en 1951, Anthony Davis era un adolescente cuando Malcolm X fue asesinado tras un complot perpetrado en Nueva York por seguidores de la Nación del Islam, la organización gracias a la cual se hizo musulmán en prisión y a cuyo líder, Elihaj Muhammad, confrontó.
La ópera tuvo su premier en la MetOpera el pasado 3 de noviembre y podrá verse en México, en el Auditorio Nacional y foros de varias ciudades, este sábado 18 de noviembre, a las 12 horas, en transmisión en vivo desde Nueva York, en la serie Live in HD, con el barítono Will Liverman en el protagónico de la producción del ganador del Tony, Robert O’Hara, bajo la batuta de Kazem Abdullah.
Sobre el estreno en la mayor casa de ópera de Estados Unidos, Davis dice que se trata de una producción increíble del dramaturgo y director de escena Robert O’Hara, quien, a su juicio, representó muy bien el legado de Malcolm X y su futuro, en doce viñetas repartidas en tres actos en los que se narran los cambios desde el niño que fue Malcolm Little hasta su paso por la prisión, su conversión al Islam y su muerte.
¿Cómo trabajó con su hermano Christopher y su prima Thoulani?
Christopher me presentó la idea de una versión mítica de Malcolm X. Estaba en la paradoja de cómo llevar la biografía a la música, cómo podría ser su progresión personal y política y la de Estados Unidos a través de la evolución de la música desde los años cuarenta hasta el avant-gard jazz de los sesenta. Le contesté: “Malcolm X es un héroe trágico y tiene que ser una ópera”. Después trabajé con Thoulani, con quien ya había hecho proyectos teatrales, con piano y poesía; así que le pedí que hiciera el libreto para incorporar su visión poética a la ópera.
¿Quién era Malcolm X para usted antes de escribir su ópera, y 40 años después qué representa?
Cuando compuse la ópera, Malcolm X era para mí una figura que luchó contra el racismo y representaba una voz potente para hablar sobre las implicaciones de la lucha por la igualdad y la equidad. Sobre su legado actual, no podemos imaginar movimientos como el Black Lives Matter o cualquier otro, o alguna protesta social tras el brutal asesinato de George Floyd (en mayo de 2020), sin Malcolm X. Ha sido un faro para los movimientos sociales y políticos desde los años sesenta. Los dos iconos de esa lucha, Martin Luther King y Malcolm X, son las voces que nos siguen guiando.
¿Por qué optó por un barítono y no un tenor para representar a Malcolm X?
Eso fue algo muy natural: porque esa era la tesitura, la voz de Malcolm X. En la cultura negra destacan las voces de los barítonos. Y Malcolm X es un héroe romántico, una voz romántica. Todos los grandes cantantes en la tradición afroamericana, como Joe Williams, han sido barítonos. La voz de los tenores es como embaucadora, una figura como Elihaj Muhammad (el líder de Nación del Islam, que interpreta el tenor Victor Ryan Robertson), el antagonista.
¿Cómo incorporó la música popular?
No la llamo música popular. No hago distinciones entre música clásica y popular. Muchas de esas categorizaciones están enraizadas en el racismo y la terminología racista, en los estereotipos y los límites. Yo me enfoco en el ritmo. La historia se mueve a la par que el ritmo. El ritmo es esencial. Obviamente, hay muchas referencias al jazz, a la música de Boston... Pero en otras partes uso estructuras más complicadas, que son los cimientos de la ópera.
La ópera contemporánea de Estados Unidos está enfocándose en gente real, histórica. Desde las óperas de John Adams, Terence Blanchard o Jake Heggie, hasta las suyas. ¿Qué opina de esta tendencia?
En mi caso, en la historia veo momentos culturales y cómo representan estos conflictos en la cultura. Con X, la idea es encontrar una estética negra en la ópera y cómo redefinir en ella la forma y llevarla hacia otros lugares. Los compositores somos activistas, somos parte de un movimiento, y parte de nuestra función es convencer e inspirar cambios. También hice una ópera llamada Amistad, ambientada en el siglo XIX, un momento cultural mayor: cómo la cultura estadunidense nació del esclavismo. La ironía es que la esclavitud y el fenómeno de la esclavitud son especialmente importantes para definir qué es la cultura estadunidense.
¿El Pulitzer le llegó tarde con The Central Park Five?
He escrito ocho óperas. The Central Park Five es la última. También trata un momento político importante. Habla de Donald Trump como figura política. Su carrera empezó con The Central Park Five, esos cinco jóvenes negros y latinos acusados injustamente de violar a una mujer. Es un típico momento de la historia americana de explotación del racismo, con el que Trump hizo campaña.
Malcolm X se hizo musulmán. ¿Qué importancia tiene para usted que su ópera no solo se haya estrenado en la MetOpera, sino que se transmita en vivo en una función para más de 70 países, en un contexto de islamofobia?
En la ópera solo hay una oración matutina del Corán. El Islam es una fe, no es Hamás ni Hezbollah. Y Malcolm X fue capaz de encontrarse a través de su fe y abrazar el Islam.
¿Cuál diría que es el mensaje central de X. The Life and Times of Malcolm X?
El mensaje es que el legado de Malcolm X continúa. Su historia es la de nuestra gente superándose ante la adversidad, encontrando una voz para inspirarnos contra la violencia, los asesinatos y obstáculos. Su voz sigue inspirándonos hasta el día de hoy.
Malcolm X decía que “el precio de la libertad es la muerte”. ¿Qué opina al respecto?
Es una declaración profunda, porque él pago por nosotros con su vida. Es algo para tomar conciencia, es algo que tomo como inspiración porque a veces lo más peligroso que puedes hacer como artista es darte cuenta de tu propia libertad, sentirte libre y no estar atado a la explotación de otros; darte cuenta de que puedes ser libre como artista para explorar tus sentimientos y permitirte ser tú.
AQ