Aztlán es el sitio mítico del que provienen los aztecas y es también un grupo de heavy metal formado en San Luis Potosí a principios de 2018 de las manos de Alam Jiménez (voz), Alejandro Díaz y Miguel Juárez (guitarras), Luis Díaz (bajo) e Iván Undiano (batería). Este proyecto nació con la idea de crear música original resaltando la cultura mexicana a través de letras e instrumentos pertenecientes a la civilización azteca, pero con la energía y el estruendo del metal. Así surgió su álbum debut Quinto Sol, el fin de una era (Denver), el cual contiene temas como “Ojos de venganza” y “Viento”, cover del tema de Caifanes. Conversamos con Alam sobre las perspectivas de la banda:
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— El nombre del grupo ¿nos lleva a un lugar prehispánico mítico?
El norte de México en general está ligado a Aztlán. En nuestra música están nuestras raíces; hablamos mucho de lo que es el Quinto Sol, y para darle un sentido a los tonos y al nombre decidimos meter instrumentos prehispánicos y combinarlos con heavy metal, con voces potentes y guitarras dinámicas.
— En nuestro rock ha habido intentos de introducir estos elementos, ¿cuál es su aportación?
Creemos que nuestro aporte es hablar de nuestras raíces y darlas a conocer a otros países; estamos muy apegados a nuestra cultura y a nuestra historia. También creemos que no se había dado un grupo en el que se combinara lo prehispánico y el heavy. Actualmente se han dado grupos de folk, que le han metido cosas del náhuatl y otras lenguas indígenas, pero nosotros estamos enfocados a un público específico.
— Quinto Sol me parece una obra conceptual.
Sí se pensó como un álbum conceptual. De hecho, se iba a narrar la historia tal cual de lo que fue el fin de este ciclo, pero queríamos contar también algo más personal apegándonos a la historia y decidimos no seguir totalmente la cuestión del Quinto Sol, sino más bien meter historias diversas como lo que fue la Conquista o el Camino del jaguar, que es una historia maya. Así quisimos darle más identidad al proyecto.
AMS