¡Vámonos! Bernard Plossu en México es un libro que muestra la mirada del infatigable fotógrafo galo sobre la siempre contrastante realidad de nuestro país.
De padres franceses, Bernard Plossu nació el 27 de febrero de 1945 en el sur de Vietnam. No recuerda nada de ese país; creció y estudió en París, donde descubrió el poder de la imagen a través de las películas de cineastas como Godard, Truffaut y Buñuel.
Si, como dice Freud, infancia es destino, pocos ejemplifican mejor esa certeza que Plossu. Desde niño comenzó a tomar fotos en París con una camarita de juguete. A los 13 años viajó por el Sahara con su papá, quien le regaló una Brownie Flash. Ese fue —lo ha comentado en algunas entrevistas— su iniciación al desierto, el viaje y la fotografía.
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En octubre de 1965 llegó por primera vez a México. Tenía veinte años y el deseo de hacer cine, pero ese viaje le reveló su verdadera vocación. Durante quince meses recorrió el país por carretera de arriba abajo, capturando imágenes en Ciudad de México, San Miguel de Allende, Acapulco, Huatulco, Chiapas y muchos otros lugares.
Plossu venía a visitar a sus abuelos maternos, pero México lo fascinó con sus paisajes y su gente, con sus costumbres y su historia, y quiso asomarse a su realidad. Con una cámara Kodak Retina documentó sus recorridos, como un turista deseoso de hacer perdurable lo que iba encontrando en el camino.
Muchos años después, en 1979, en el libro Le voyage mexican recogió las imágenes de aquella experiencia. Plossu volvería a México en 1970, 1974 y 1981. Visitó barrios marginales del entonces Distrito Federal, viajó a la frontera norte, conoció y registró sitios con una mirada menos inocente y sin embargo no menos placentera y agradecida.
Los cuatro viajes del fotógrafo francés a nuestro país están recogidos en ¡Vámonos! Bernard Plossu en México, publicado por Televisa y la editorial Turner. Es un libro en gran formato y un documento invaluable para asomarse al trabajo de uno de los grandes creadores contemporáneos, dispuesto siempre a buscar la belleza hasta por debajo de las piedras, a descubrir las maravillas que depara la vida cotidiana.
En el Museo de Arte Moderno de la ciudad de México, el 28 de agosto de 2014 se inauguró una muestra que tuvo como eje este libro lleno de poesía y aventura; es el testimonio de un hombre que renunció a la vida ordenada y a las grises recompensas de la quietud para lanzarse al mundo sin brújula, con emoción y los ojos bien abiertos.
Las travesías de Plossu por nuestro país muestran su necesidad de apresar el instante, de reflejar en imágenes la hermosa aventura que es la vida. Sus fotografías, muchas de ellas realizadas a una velocidad tan baja que parecen movidas, tienen magia y misterio, una fuerza que conmueve profundamente.
En sus fotografías —como él mismo lo ha dicho—, Plossu atrapa paisajes mágicos y grandiosos, pero también el alma de México.
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