'Blackbird': un doloroso reencuentro con el pasado

Teatro

Estelarizada por Cassandra Ciangherotti y Alejandro Calva, la obra se presenta en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico hasta el 29 de septiembre.

Alejandro Calva y Cassandra Ciangherotti son Ray y Uma, respectivamente. (Cortesía: Centro Cultural Helénico)
Ángel Soto
Ciudad de México /

El pasado es un sinvergüenza que regresa con insistente mezquindad para exigir respuestas. La manera de enfrentar las consecuencias de ese pasado depende del lugar que cada quién ocupa en la historia.

En Blackbird —obra recién estrenada en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico—, Uma (Cassandra Ciangherotti) encuentra a Ray (Alejandro Calva) 15 años después de su última reunión para confrontarlo sobre una situación que desconocemos, pero que, se sugiere, modificó de forma permanente la vida de ambos.

El desconcierto gobierna los primeros minutos de la puesta en escena. Vemos a Uma —menuda, frágil pero explosiva— y a Ray —hombre de cincuenta y tantos que ha cambiado su nombre y su domicilio— entrar a una habitación de aspecto frío, descuidado, lleno de archiveros y vasos vacíos. Se palpa la tensión entre ellos, pero no tenemos suficientes elementos para determinar cuál es la relación que los vincula. ¿Padre e hija? ¿Viejos amigos? ¿Ex amantes?

Ray y Uma. (Foto: Adaír Rodríguez)

El texto de David Harrower, considerado el dramaturgo escocés más notable de su generación, nos revela información por goteo hasta que esa tubería de emociones y traumas contenidos no soporta más la presión y nos explota en la cara. La obra se convierte entonces en un duelo de preguntas sin respuesta, acusaciones teñidas de resentimientos y confesiones llenas de culpa.

No hay condescendencia ni argumentos moralinos. Cuando creemos tener elementos suficientes para crucificar a alguno de los personajes, la balanza se mueve al extremo opuesto y nos deja desarmados en el entramado del conflicto.

“Esta historia mira cómo el dolor convierte a los personajes en forasteros de su propia vida”, ha dicho la directora Katina Medina Mora, versada también en la realización de películas como Sabrás qué hacer conmigo y LuTo.

Cassandra Ciangherotti entrega una actuación dolorosamente sincera, que captura las contradicciones de un ser herido y deseoso de reconciliarse consigo mismo, mientras que Alejandro Calva colorea a su personaje con los contrasentidos de un hombre que lleva a cuestas un cargo de conciencia de plomo, pero se pretende reformado.

Uma y Ray se repelen, pero se necesitan; el pasado de uno carece de sentido sin el otro. A fin de cuentas, como decía Stephen Hawking, “el pasado nos dice quién somos; sin él, perdemos nuestra identidad”.

Blackbird se presentará hasta el 29 de septiembre en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

ÁSS

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