El curador en jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo, Cuauhtémoc Medina, remitió una carta a la Dirección de MILENIO en la que desmiente la cabeza y el contenido de ese texto. En contra de lo que escribió nuestra colaboradora, Medina afirma que la pieza #Yo también exijo (un podio con micrófono abierto) que forma parte de la exposición Tania Bruguera: Hablándole al poder, que actualmente se presenta en el MUAC, no es escenografía, como asegura Lésper, sino que está a disposición de los visitantes. “No tenemos reporte de que el equipo siquiera haya fallado, y hay múltiples testigos entre guardias, enlaces y visitantes en el sentido de que la obra se usa libre y ampliamente cuando el público se anima a hablar en ese espacio público, incluso para opinar sobre la muestra misma”, asegura en su misiva. Por lo anterior, pide que MILENIO “Exponga que es falso que el MUAC de la UNAM haya censurado la obra de Bruguera”.
Por su parte, Lucía Sanromán, directora de Artes Visuales del Yerba Buena Center for the Arts, de San Francisco, California, institución que organiza la muestra de Tania Bruguera, de la que Sanromán y Susie Kantor son curadoras, envió una carta a Laberinto con la misma exigencia. Después de señalar que la obra de Bruguera con micrófono abierto no se presentó en la Plaza de la Revolución de La Habana —como afirma Lésper— debido a la censura del régimen cubano, sino en el Centro Wilfredo Lam, en la Bienal de La Habana en 2009, agrega: “Más allá de esto, la pieza no es escenografía en el sentido que implica el artículo con dolo: desde el primer día la obra a la que ella (Lésper) se refiere como censurada, titulada El Suspiro de Tatlin #6, funciona tal y como lo indicó la artista e incluye un micrófono abierto para el uso de los muchos visitantes que han subido al podio para expresar sus opiniones. Es posible que su escritora no intentase cerciorarse de esto, pero el acusar al Museo Universitario de Arte Contemporáneo de ‘censura’ es un infundio que difama al museo y tergiversa el contenido del montaje de la pieza”.
Ante estos señalamientos, Avelina Lésper responde que, efectivamente, el tema de la obra de Tania Bruguera #Yo también exijo es la censura y consiste en un micrófono abierto al público. “En el montaje del Paul Getty Museum además del micrófono había cámaras de video grabando las intervenciones del público. En mi visita al MUAC las cámaras están cerradas, funcionan como monitores que proyectan lo que grabaron en el Paul Getty Museum, tengo fotografías de esto. Pregunté a un empleado del museo si se podía subir para usar el micrófono y me dijo que la obra eran los objetos, es decir, el montaje, no la acción. Al no funcionar como en otros museos se está ejerciendo censura, puesto que el tema de la obra es justamente ese. Mi trabajo como crítica es decir mi experiencia y manifestar mi opinión, si la obra no cumple su cometido y contradice sus fines, se está convirtiendo en lo mismo que denuncia”.
Después de conocer los argumentos de Cuauhtémoc Medina, Lucía Sanromán y Avelina Lésper, decidimos hacerlos públicos para que los lectores saquen sus propias conclusiones y nosotros en Laberinto, como editores, asumimos la responsabilidad que nos corresponde.