Cielos rigurosamente vigilados

Imágenes

Ya sea con acertadas predicciones o con valiosas reflexiones, el cine de ciencia ficción imaginó el futuro que hoy, en muchos aspectos, es nuestro presente.

Fotograma de Blade Runner 2049. (Warner Bros. Pictures)
Andrea Serdio
Ciudad de México /

Hay películas que atisban el futuro y nos muestran “mundos extraños y sociedades distópicas”, todo ello en un marco de irresistible verosimilitud.

¡Vigilen los cielos! La filosofía de la ciencia ficción es un libro de Luis Miguel Ariza publicado por Arpa Editores. Es un homenaje a 20 producciones de un género que va más allá del mero entretenimiento, que produce desasosiego y nos hace pensar, por ejemplo, en el creciente desarrollo de la inteligencia artificial a través de historias como Terminator o Matrix.

Divulgador científico, Ariza afirma que la buena ciencia ficción nos lleva a plantearnos hechos e hipótesis inquietantes. Y que una película como Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979) provoca terror porque no tiene nada de sobrenatural: la criatura que aterroriza en un carguero espacial es un “diseño biológico letal”, que los señores de la guerra pretenden utilizar en la Tierra.

Con todo y sus deslumbrantes efectos especiales, Star Wars, saga que comienza en 1977 bajo la dirección de George Lucas, de acuerdo con Ariza está más cerca de la fantasía que de la genuina ciencia ficción, aunque resulta ineludible en su listado. En el polo opuesto se encuentra Star Trek (J.J. Abrams, 2009) donde la ciencia y la tecnología adquieren tintes casi religiosos, derivando “en la perfecta expresión cinematográfica de la utopía científica”.

Portada de '¡Vigilen los cielos! La filosofía de la ciencia ficción'. (Arpa Editores)

El Día de la Independencia, Contact, Avatar y Blade Runner son otras películas propuestas por Ariza. Entre ellas, Blade Runner (Ridley Scott, 1982) ha sido revalorada después de una recepción desdeñosa e incluso agresiva por parte de los especialistas. Esta película, dice Ariza en una entrevista con Álvaro Corazón: “Tiene una crítica a las grandes corporaciones. Sobre todo a la del científico genético, la del que crea a los replicantes. Este es un poco el científico que juega a ser dios, pero es asesinado. Ahí hay un rechazo implícito a la ciencia. La víctima real en la película es el replicante, que tiene humanidad y sentimientos, [interpretado por] Rutger Hauer. El replicante le besa en la boca y luego lo mata, lo que interpreto como un mensaje un poco homófobo”.

¡Vigilen los cielos! es un libro que reflexiona sobre las películas que juegan con la imaginación para mostrarnos “un trocito de futuro”.

AQ

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