¿Qué son 50 millones de dólares para la Secretaría de Cultura? O para el Estado, que además pretende “repatriar” obras de artistas mexicanos que están fuera del país. The making of a fresco showing the building of a city, 1931, se encuentra en la galería Diego Rivera, del Instituto de Arte de San Francisco, SFAI, y está en posibilidad de ser vendido para pagar las deudas del instituto, valuado en 50 millones de dólares. El presupuesto de este año para Cultura es de 14 mil 800 millones de pesos, de los cuales para el Orozco Park, son 3 mil 500 millones de pesos. 50 millones de dólares son mil millones, es menos de lo que se están gastando en el Orozco Park, con la gran diferencia de que el mural de Diego es una obra maestra, y lo que hagan en el Orozco Park, con la asesoría del inframediocre Gabriel Orozco, nunca, nunca, va a estar a la altura de esta obra.
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El mural es una muestra del arte visto por el arte, la creación desde sus entrañas, en la genialidad de Rivera, inspirado en la pintura mural del Renacimiento, la perspectiva de los andamios, los pintores trabajando, la composición que muestra el proceso, prolonga y trasforma el espacio. Diego realizó el mural en un mes; el artista VIP del Orozco Park, lleva más de un año sin terminar el “concepto” ni el “proyecto ejecutivo” y eso que tiene un equipo de “expertos” haciéndole la tarea.
El ambiente ultra nacionalista de este régimen, de proyectos faraónicos, sin objetivos claros, podrían comparar ese mural, y por una vez, tener un gesto patriótico en pro del arte. La obra se puede exponer en Los Pinos, en lugar de cualquiera de los “museos” que están planeando, que son mausoleos de propaganda política.
El productor de cine George Lucas ya se mostró interesado para llevarlo a su Museum of Narrative Art, y el San Francisco Museum of Modern Art también lo quiere y aquí nada, como si no oyeran. La contradicción es que contraten a Orozco para que haga el Orozco Park, porque es “el artista más internacional”, aunque no sepa hacer arte, y que Diego Rivera verdaderamente es un artista cotizado a nivel mundial, es influencia definitiva en el arte, y hacen nada.
Va a ser una vergüenza si ese mural lo compra George Lucas o quién sea y no es repatriado, porque es inconcebible que inviertan en proyectos sin trascendencia, y estas obras que nos han colocado en los anales de la Historia del Arte, las dejen pasar sin el menor aprecio. Los alumnos y exalumnos del SFAI y los sindicatos están protestando, tratando de evitar la venta de lo que consideran “la obra que ha inspirado a generaciones y el gran valor del SFAI”. El silencio y la falta de reacción de nuestras patrióticas autoridades es ominoso.
AQ