'Un caballero y su revólver' o el auténtico héroe americano

Cine

Robert Redford protagoniza una cinta que recrea la gloria del criminal Forrest Tucker.

Sissy Spacek y Robert redford protagonizan la película. (Endgame Entertainment)
Fernando Zamora
Ciudad de México /

Como escrita para Robert Redford, la película Un caballero y su revólver cuenta la historia de cierta “amenaza elegante”. Sí, como Fantomas, el original (no la historieta mexicana), que escribieron y publicaron en 1911 Pierre Souvestre y Marcel Alain. La comparación no es gratuita: la novedad de Fantomas estriba en la creación de lo que entonces se llamaba antihéroe. Y a principios del siglo pasado esto era novedad.

Que el malo fuese escrito para que el gran público se identificase con él no había estado nunca de moda. Pero vino el cine estadunidense y se apoderó de esta novedad. Desde El pequeño César de 1931 hasta la serie Breaking Bad de 2013, el arte visual de Estados Unidos lleva en sus genes a estos mafiosos que el público quiere ver triunfar. Y esto es justamente lo que sucede con el personaje de Forrest Tucker interpretado por Robert Redford, quien, un poco como Forrest Gump, compendia toda la historia estadunidense: la criminal, en este caso, porque nuestro antihéroe se gana la vida robando, pero lo hace con el aire que toda su vida explotó Redford parpadeando con sus ojillos azules.

Un caballero y su revólver aspira a mucho. Y algo logra, pero en general la película se arrastra. El director y guionista David Lowery, quien saltó a la fama en el circuito del cine de arte por A Ghost Story, no ha conseguido superar el artículo para The New Yorker en el que se basa esta película. Como que la historia le quedó grande o la trama pequeña, porque a pesar de que dura sólo los 90 minutos estrictamente necesarios para que una película sea comercial, la historia se vuelve tercamente repetitiva.

Una y otra vez asistimos al asalto del hombre feliz, del ladrón bueno que no tiene que hacer otra cosa que mostrar su revólver para que gerentes y cajeros le llenen de dólares un maletín. Un desperdicio, porque la vida de Tucker es digna del cine americano. Estamos hablando de un hombre que escapó de prisión 18 veces, aunque otras doce, según él mismo dice, no llegó muy lejos. 

Aunque el guion resulta lento y repetitivo, las actuaciones son fantásticas. Y no hay película bien actuada que sea realmente mala. Redford, lleno de arrugas, coquetea con Sissy Spacek, famosa por haber sido Carrie en 1976. Y es inevitable, pero el encuentro de estos dos actores tan talentosos llena la pantalla con una suerte de ternura rancia.

Basta ver las fotos del verdadero Tucker para darse cuenta del favor que le hace Redford a un criminal que será elegante y lo que se quiera, pero es eso, un ladrón. En cuanto a Spacek, la verdad no ha envejecido tanto, pero también se le ve mermada por la vida y los excesos de la farándula. Aun así, a pesar de lucir un rostro tan fallidamente operado como el de Redford, está tan entera como él, sueño del mafioso viejo que encuentra por fin a su cowgirl. Una mujer que se resiste a dejar de vivir.

El verdadero Forrest Tucker fue arrestado por primera vez a los 15 años. (Especial)

Pero hay otro problema en el guion. Lo que hubiese podido ser una hermosa historia de amor se pierde en lugares comunes: el juego entre el criminal y el detective, por ejemplo. Como sea, Robert Redford sigue siendo capaz de cautivar al público enfundado en este héroe gringo que se llena de dólares sin trabajar.

Un caballero y su revólver es una comedia discreta, de esas que caen bien cuando la cartelera solo promociona películas de súper héroes. Y es que cómodamente sentado en el cine uno se olvida de lo repetitivo del guion y se deja seducir por este antihéroe otoñal.

ÁSS​


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