Enaguas revoltosas

Artes visuales

Eunice Adorno juega con el arte contemporáneo para crear una propuesta que recupera la aportación de seis mujeres liberales en la Revolución mexicana.

Parte de la muestra 'Desandar'. (Cortesía: Eunice Adorno)
Miriam Mabel Martínez
Ciudada de México /

El Manifiesto fantasma, escrito por Vivian Abenshushan, acompaña a la exposición Desandar, que se presenta en el Museo de la Ciudad de México, y explora la frase que, en 1909, escribió Andrea Villarreal: “La mujer moderna tiene, más allá de los viejos límites marcados por el capricho masculino, una misión que cumplir: la de hacer rebeldes”. Y es esta rebeldía “la única salvadora del mundo que se pudre en la pasividad abyecta”, experimentada por seis mujeres integrantes del Partido Liberal Mexicano, la que documenta y a la que le da visibilidad Eunice Adorno.

A esta artista le interesa documentar; así lo constata su trabajo fotográfico y su obsesión por meterse —casi hasta mimetizarse— en sus proyectos, y ésta no es la excepción. Lo distinto es que se atreve a jugar con estrategias del arte contemporáneo para crear esta propuesta que recupera, a través de la apropiación y resignificación, la aportación de seis mujeres liberales en la gesta de la Revolución mexicana: Andrea Villarreal, Elizabeth Trowbridge, Ethel Duffy Turner, Margarita Ortega, María Talavera Brousse y Lucía Norman.

En 2016, Adorno se topó con la regiomontana Andrea, quien la inspiró para hacer ex profeso una obra para la colectiva La ciudad de las montañas, en Monterrey. Además de la radicalidad de estas revolucionarias, le impactó su olvido. Así empezó una investigación que la conectó con otras mujeres y archivos, en los cuales estaban “detrás de los grandes hombres” (como Ethel Duffy Turner, recordada no como la pareja, sino como la amante de Ricardo Flores Magón y de John Kenneth Turner, con quien llegó a México). Poco a poco las fue rescatando de la clandestinidad para reescribir su legado y armar un archivo a partir de las partes dispersas encontradas.

Desandar es un archivo en construcción. Eunice Adorno hurgó en acervos fotográficos (Secretaría de Relaciones Exteriores, Museo de la Revolución, Archivo General de la Nación y Fototeca del INAH, entre otros), recuperó imágenes y documentos que intervino para narrarnos, más que la biografía de estas liberales, su descubrimiento, como se observa en los collages, en las retrografías; sobre todo, en la Falda dinamita, pieza colaborativa que nos invita a ser abrazados por una estructura que emula una tienda de campaña; ahí dentro nos sentimos arropados, intrigados, por esta casa construida a partir de textos bordados en telas que celebran la escritura de estas mujeres. Un hogar donde el espectador podrá sentirse cobijado por la rebeldía femenina.

RP / ÁSS

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