Edison Quintana: "Con los Beatles pasé de noche"

Doble filo

Integrante de los Concertistas de Bellas Artes, el pianista mexicano de origen uruguayo juega ping-pong verbal con Laberinto.

El pianista Edison Quintana fue discípulo de Florica Musicescu en Rumania. (Cortesía: INBAL)
Fernando Figueroa
Ciudad de México /

Nacionalizado mexicano, Edison Quintana nació en Uruguay y estudió piano en Rumania e Italia. Ha recorrido muchos países con su arte y pertenece al grupo de Concertistas de Bellas Artes. El mes pasado ofreció tres inolvidables conciertos solistas para conmemorar los 250 años del natalicio de Beethoven. Al término de uno de ellos, jugó ping-pong con Laberinto.

—Su tocayo Thomas Alva Edison dijo que el genio es uno por ciento de inspiración y 99 por ciento transpiración. ¿Es verdad?

Sí. Era un genio creador y yo sólo soy un recreador. También existe el factor suerte.

—¿Y qué porcentaje de satisfacciones e insatisfacciones le ha dejado a usted el piano?

Sesenta por ciento de insatisfacciones, por todo lo que uno debe sacrificar, y 40 por ciento de satisfacciones, aunque estas últimas son muy grandes.

—¿Cuál es la clave para conservar la agilidad en las manos y el cerebro?

La técnica.

—¿Quién es el mejor pianista al que ha escuchado en vivo?

Friedrich Gulda. También escuché a Rubinstein, pero en una mala noche, esto dicho por él mismo.

—Dígame una composición de Beethoven y una de Chopin.

La Fantasía coral de Beethoven y la Balada número 4 de Chopin.

—Defina a Carlos Prieto en tres palabras.

Un hombre renacentista.

—¿Arturo Márquez está a la altura de Piazzolla?

Sí, y los dos gustan en todos lados.

—Una pieza de Arturo Márquez que no sea el Danzón número 2.

Todos sus danzones.


—Un compositor uruguayo que todo mundo debería conocer.

Jaurés Lamarque Pons, quien toda su vida trabajó en bares y restaurantes.

—¿Es fan de Juan Carlos Onetti?

Sí, pero muchas cosas no entendí.

—¿Le gusta el futbol?

Jugué en una selección juvenil.

—¿Tiene algún recuerdo infantil del maracanazo?

Era muy chico, estaba en un cine y me molesté porque la gente empezó a hacer ruido; no era consciente de la trascendencia. En 1954 casi me da un infarto cuando nos ganó Hungría.

—¿Está enfermo de nostalgia?

No. Soy un hombre sin raíces.

—¿Qué otro instrumento le gustaría tocar?

El clarinete.

—¿Igual que Woody Allen?

Él es el sumo pontífice como cineasta, pero muy mal músico.

—¿Toca el bandoneón?

¡No! ¡Es dificilísimo!

—Un pianista de jazz.

George Shearing.

—Usted nació un 12 de diciembre, así que desde ahí estaba escrito que sería mexicano, ¿no lo cree así?

Podría decirle que soy agnóstico, pero en realidad soy totalmente ateo.

—Beatles o Zitarrosa.

Zitarrosa. Con los Beatles pasé de noche.

—¿Alguna vez vio vampiros en Rumania?

Lo que vi ahí fue una vida muy triste, igual que en Uruguay. Las dictaduras de izquierda y de derecha pegan igual.

ÁSS

LAS MÁS VISTAS