El placer como resistencia

Exposiciones

La artista mexicana Naomi Rincón Gallardo expone Sangre pesada en el Museo Experimental Eco.

'Profecía', de Naomi Rincón Gallardo. (Cortesía)
Miriam Mabel Martínez
Ciudad de México /

Sangre pesada de la artista mexicana Naomi Rincón Gallardo (1979), que se presenta en el Museo Experimental Eco, es una reflexión visual-conceptual sobre el despojo y el placer de la resistencia; un video ensamblado en seis narrativas no lineales que nos confrontan y nos abren la posibilidad de mirar ya no desde un punto de vista occidental, que ha convertido a la naturaleza en una mercancía, sino desde una decolonial y queer que apuesta por el Eros.

Para este trabajo, comisionado para la Bienal Femsa 2018, Rincón Gallardo se planteó la creación de una fabulación “mítico-crítica” para desentrañar y traducir visualmente las implicaciones de un estado, Zacatecas, cuyo 40 por ciento del territorio está concesionado a sistemas extractivos mineros a cielo abierto, en su mayoría, de empresas estadunidenses y canadienses. Despojo, desplazamiento forzado, violencia sexual, sometimiento, desapariciones, muerte, son la estela de una explotación minera que se ha mantenido desde el siglo XVI, y de la que, como escribe Eduardo Galeano en Las venas abiertas de América Latina, “solo quedan vivos los fantasmas de la riqueza muerta”. Son esos fantasmas los que transitan la obra de Naomi Rincón Gallardo filmada en el pueblo Vetagrande.

Esta Fantología, como la llama la autora, une distintas narrativas atemporales, políticas, culturales, económicas, sobre todo feministas, para desentrañar una estructura contra la que luchan sus habitantes. La primera parte, “Pulmones”, se grabó en Museo del Niño Minero y elabora una narrativa, basada en la idea de “pulmón proletario” de Stacey Alaimo, que evidencia cómo el trabajo racializado convierte al individuo en mera mercancía laboral y, por ende, en objeto sexual desechable.

En “Profecía”, la artista juega con la presencia de unas devoradoras y renovadoras mesoamericanas para dar paso a “Colibrí”, que cuenta cómo esta ave que une el cielo y la tierra ya no tendrá lugar debido a la destrucción de las montañas en beneficio de la extracción minera. “La dama de los dientes de cobre” es la diosa que regresará para vengar a la tierra; “La maldición mineral” es una metáfora de esa premisa queer, que plantea que la resistencia es desear y disfrutar a pesar de todo, que aún al sufrir la peor parte de la precarización de la vida hay que apostar por el placer, y es ese mismo placer el que se exalta en la última parte: “Sangre pesada”, un ritual que exalta las fuerzas femeninas, resonancias que salen del ego para convertirse en materia, en sonidos que nos emocionan y provocan.

ÁSS

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