México no puede encarar los desafíos que enfrenta sin plantarse en su cultura. Las grandes heridas causadas por la incompetencia, la arrogancia y corrupción de la 4T, es decir por el presidente de México y su gobierno, pueden curarse desde ese manantial que brota desde las civilizaciones indígenas mesoamericanas, recorre los tres siglos de mestizaje, toma rumbo propio en el siglo de la Independencia y en el siglo de la Revolución, y mira de frente y hacia adelante los desafíos del siglo XXI. La cultura es nuestra suave patria, que nos da de nuestra dicha la clave, ser fiel a nuestro espejo diario. Por eso el 2 de junio México ganará las elecciones y dará el gran viraje que necesita.
Desde octubre de 2023, en el documento Hacia un Programa de Gobierno 2024-2030, coordinado por José Ángel Gurría, la cultura apareció como un capítulo central. Posteriormente, a finales de noviembre, invité a Consuelo Sáizar de la Fuente, con una sólida trayectoria en la gestión cultural de México. Aceptó. Le pedí que preparara el mejor proyecto cultural, me respondió “así lo haremos”, y así lo ha hecho. Junto con un impecable equipo de expertos, y con capacidad ejecutiva, conocimiento y sensibilidad, llevó a cabo una consulta y un diagnóstico que sintetizó en un Decálogo de Propuestas de Cultura, que presenté el pasado 19 de marzo en el World Trade Center, a la comunidad educativa, científica y cultural. Me enorgullece haber atestiguado que fue recibido con gran alegría.
Este es el mismo criterio que he aplicado para conformar mi equipo de trabajo: 100% de experiencia, y 100% capacidad.
Mientras tanto, la electa por López Obrador, y la coordinadora de cultura de Movimiento Ciudadano, se tardaron todavía un mes para fijar una postura clara al respecto. Muchas de nuestras propuestas que hemos formulado desde noviembre del año pasado figuran en las de ambas, planteadas posteriormente de una u otra manera, lo cual celebro. Lamentablemente, la candidata de AMLO persiste en proponer ciertos programas que han fracasado durante los seis años de gobierno de su mentor, promotor y protector. Los semilleros creativos, la promoción de la lectura y el rescate del patrimonio fueron sus desastres más vergonzosos.
Llama la atención que la científica que no es científica no mencione entre sus prioridades ni al Proyecto Chapultepec ni al Tren Maya. Ninguno de los dos, aunque sean inaugurados, será concluido en esta administración que agoniza entre convulsiones, escándalos de corrupción y puñaladas que se propinan unos a otros. Nosotros les daremos un uso sensato y una adecuada reorientación. Lo mismo repararemos lo que han destruido, desaparecido, o ignorado y mejoraremos lo que haya que mejorar. Nosotros no somos irresponsables ni insensatos.
Sobre Movimiento Ciudadano, simpatizamos con algunas de sus propuestas, que incorporaremos en nuestro Programa Sectorial de Cultura 2024-2030.
La comunidad cultural, artística e intelectual se identifica con nuestro proyecto. El decálogo es un ejercicio de síntesis, para que nuestro mensaje llegue de manera clara. Quisiera subrayar un aspecto central: el decálogo no es una lista de promesas ni buenas intenciones, es el compromiso de las acciones que comenzaremos a ejecutar desde el primero de octubre de 2024. Al mismo tiempo, continuaremos recibiendo, a través de xochitlcultura@gmail.com, las observaciones de la comunidad para enriquecer nuestra visión y proyecto de trabajo de manera continua.
El punto 1 del Catálogo es el compromiso de iniciar el sexenio con el mayor presupuesto cultural en la historia de México. Más tres universidades de las artes, dos escuelas de antropología e historia, dos escuelas de guías de turistas en distintos estados. Vamos por la construcción de la más importante infraestructura cultural física y digital del siglo, así como por la protección de los derechos de autor y las condiciones de comercialización de los artesanos, que son quienes más aportan al PIB cultural. Otorgaremos el mayor número de becas que se haya registrado y las aportaciones se entregarán con la debida formalidad. Una política digital incluyente para el arte y la cultura, antes de que sea demasiado tarde. Los medios de comunicación cultural dejarán de estar al servicio de la propaganda política. Lograremos la tantas veces incumplida seguridad social para los artistas, trabajadores y agentes de la cultura. Una amplia variedad de estímulos fiscales para beneficio de las distintas industrias culturales fomentará la producción y el consumo cultural. Mil millones de pesos cada año para los municipios, casas de cultura, ferias y festividades acabarán de una vez por todas con el centralismo cultural. Nuestro liderazgo artístico y cultural debe recuperarse. No permitamos que el mundo olvide que somos un país de chingones.
Nosotros no vamos a mentirte ni a defraudarte.
Vota sin miedo. Vota Fuerza y Corazón por México. Vota Xóchitl.
AQ