Kim Gordon fue vocalista y bajista de Sonic Youth, una de las agrupaciones más innovadoras en la escena del rock alternativo, una artista intensa, creativa, excepcional.
La chica del grupo, autobiografía de Kim por la editorial española Contra, comienza por el final: con el último concierto de Sonic Youth en Sao Paulo, en Brasil, en noviembre de 2011. Con esa actuación, bajo una lluvia pertinaz, la banda cerró un ciclo de tres décadas y Kim y Thurston Moore, guitarrista y vocalista del grupo, terminaron un matrimonio de 27 años, durante el cual tuvieron a su única hija: Coco Hayley Moore.
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Kim Althea Gordon nació en Rochester, al norte del estado de Nueva York, el 28 de abril de 1953. Sus padres, ella y su hermano mayor Keller, quien padece esquizofrenia paranoide, se mudaron a Los Ángeles; después a Hawai y Hong Kong. Regresaron a Los Ángeles cuando Kim tenía 14 años. Fue entonces cuando comenzó a deteriorarse la salud mental de Keller, quien de pronto comenzó a saltar de la calma a la violencia, de la realidad a la fantasía.
En 53 breves capítulos, Kim repasa su vida y cuenta la aventura de Sonic Youth. No se guarda nada. Ni la enfermedad de Keller ni la de su padre, sociólogo de la Universidad de California, que terminó atrapado en las redes perversas del Parkinson. Habla de sus novios, de su gusto por la danza, de su necesidad de salir de Los Ángeles, lo que hizo en 1980 cuando se fue a vivir a Nueva York, donde conoció a Thurston, con quien se casaría cuatro años más tarde.
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Desde niña, Kim supo que quería ser artista. Estudió arte en Los Ángeles y en la Universidad de York, en Toronto. En el libro, describe la vida artística de Nueva York en los ochenta, una ciudad peligrosa en un estado deplorable, caótico. Ahí se adentró en el mundo del arte conceptual, conoció a los artistas emergentes y se enfiló decididamente en la música, sobre todo cuando descubrió el no wave, un movimiento musical indefinible, fervorosamente libre.
Kim cuenta el surgimiento de Sonic Youth, en sus inicios integrado únicamente por Thurston Moore, Lee Ranaldo y ella, con bateristas que entraban y salían del grupo que tuvo varios nombres hasta que a Thurston se le ocurrió Sonic Youth y todos estuvieron de acuerdo. Menciona el primer disco que grabaron, un EP con cinco canciones, en 1981. Desde entonces definieron el sonido disonante, salvaje, que los caracterizaría durante toda su carrera.
La chica del grupo ofrece el retrato de una época y el perfil de una mujer que supo imponer su talento en un mundo de hombres.
AQ