El sueño vegetariano

La guarida del viento

Yeong-hye, la protagonista de ‘La vegetariana’, toma una decisión radical después de una serie de eventos violentos. Es una víctima de las verdades que solo sus sueños conocen.

Han Kang, Premio Nobel de Literatura 2024. (Especial)
Alonso Cueto
Ciudad de México /

Su esposo está seguro de que Yeong-hye es una persona aburrida. Cuando la conoce, no se siente atraído por ella. Esa indiferencia le parece una buena señal. Esa es precisamente, según cree, la razón por la que pueden llevar una existencia “normal”, es decir una rutina sin sobresaltos o sorpresas.

Hasta que al despertarse una madrugada, su marido la ve de pie, en la cocina. Yeong-hye parece estar sola consigo misma. Cuando le pregunta qué ocurre con ella, la respuesta es sencilla: “Tuve un sueño”. A la mañana siguiente, cuando despierta, el esposo descubre que ella está deshaciéndose de todas las carnes que hay en la casa.

Más allá del “sueño” que ha tenido, Yeong-hye no ofrece una explicación para esa decisión. Pero las crueles represalias y presiones no se hacen esperar. Sus familiares insisten en que debe comer carne como cualquier persona que conocen. Ella se niega en silencio. Cuando intentan obligarla, se produce un incidente que la lleva al hospital. Luego en algún momento de la historia, Yeong-hye pregunta: “¿He hecho algo malo?”

La primera parte de La vegetariana, de la Premio Nobel de Literatura, Han Kang, está contada en primera persona desde la perspectiva del marido. Luego aparecen los relatos en tercera persona de su cuñado y su hermana. Esta última es la única que busca proteger a la protagonista. El cuñado, un personaje desalmado, busca reproducir la “mancha mongólica” con una forma de pétalo que tiene el cuerpo de Yeong-hye.

Han Kang escribe con frases cortas, escenarios delimitados y diálogos concisos. Sin embargo también asistimos a los monólogos en primera persona de la protagonista que nos habla desde sus delirios.

Esta novela, que nos recuerda a Bartleby y al poder que le dieron los surrealistas al sueño, cuenta la historia de una resistencia pasiva. Yeong-hye es un personaje lleno de humanidad y a la vez de misterio. Ella va a decidir por último dejar de comer del todo. Después de una serie de episodios violentos, decide convertirse en una planta.

La vegetariana está llena de preguntas que pueden prolongarse. ¿Existe realmente una persona que sea rutinaria y cómoda? ¿No hay siempre en la que parece la más convencional de las personas, un fondo de rebeldía, delirio y fantasía? ¿Y cómo podemos entender esa nostalgia por el mundo vegetal? ¿Nuestra vida en las ciudades no está organizada en parte como una nostalgia del campo? ¿No son muestras de esa nostalgia los parques, los jardines, incluso las flores con las que queremos investir nuestras calles y casas? ¿Y cuál puede haber sido ese sueño que ha provocado su conducta? ¿Un universo consumido por la depredación de la naturaleza? En la tradición de las literaturas de Asia, la naturaleza parece ser un universo activo. En el último tramo de la novela, la autora describe un árbol estremecido por la lluvia que “es reticente y oculta sus pensamientos”.

Yeong-hye es una víctima de las verdades que solo sus sueños conocen. En esta brillante novela, su conciencia brilla en sus ojos “oscuros e insistentes”.

AQ

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.