“Pertenencia y desplazamiento”: una conversación con Abdulrazak Gurnah

Literatura

El Premio Nobel de Literatura 2021 habla en esta entrevista sobre los temas que inundan su obra y sobre los procesos que delinean su literatura.

El Nobel de Literatura 2021, Abdulrazak Grunah. (Frank Augstein | AP)
Laberinto
Ciudad de México /

Este charla con Abdulrazak Gurnah ilustra las preocupaciones del Premio Nobel de Literatura 2021 que se asoman en libros como Paraíso, Precario silencio y En la orilla. La charla fue publicada originalmente en Postcolonial text y fue guiada por las académicas Anupama Mohani (Universidad de la Presidencia, Calcuta) y Sreya M. Dattaii (Universidad de Leeds).

S.D. Muchas de sus novelas abordan la condición de quienes buscan refugio, algo que usted muestra vívidamente, por ejemplo, en By The Sea (En la orilla). En Desertion, sin embargo, encontramos una explicación más sutil de este tema cuando Amin le aconseja a su hermano menor, Rashid, que siga adelante con su vida y que nunca deje que el dolor o la nostalgia lo devoren. ¿Cómo se vincula esto con su filosofía de la migración en un sistema mundial asimétrico?

By The Sea trata el tema de los refugiados desde muchas perspectivas que son impulsadas por los eventos. Desertion está centrada en las decisiones que toma la gente, o por lo menos en una decisión aparente. No creo que aborde el tema del refugio como un acto de desesperación ante la crisis. Rashid elige irse, de hecho se va convencido, y es hasta después que se da cuenta de lo que ha perdido o dejado atrás. Ambas son novelas que reflexionan sobre las consecuencias del colonialismo, que supongo es a lo que usted se refiere al hablar de “un sistema mundial asimétrico”. También son novelas sobre cómo las personas se sostienen a sí mismas y a sus costumbres a pesar del daño que el colonialismo ocasionó en sus vidas.

A.M. ¿Le parecería adecuado que sus obras fueran clasificadas como “novelas oceánicas” y no como “literatura universal”?

Supongo que con “novelas oceánicas” usted se refiere a las conexiones entre las culturas del litoral a las que aludo frecuentemente en mi literatura. No estoy seguro de que sea una categoría plausible, más bien es una descripción que sirve para organizar. Lo que quiero decir es que si las conexiones están justificadas narrativamente, entonces el concepto funciona, de modo que su peso está en la narrativa más que en la cultura o en la geografía. Respecto a “literatura universal”, tengo la sensación de que se trata de un intento, desde la academia, de ubicar a la literatura comparada más allá de su tradición eurocéntrica.

S.D. En sus novelas destaca la ausencia de desahogos humorísticos, incluso de momentos de felicidad y alegría, que no se ocultan de la posibilidad de la desolación inminente o la soledad paralizante. ¿Este tipo de melancolía es deliberada o funcional en sus estrategias narrativas?

No estoy de acuerdo sobre la ausencia de lo que usted llama “desahogos humorísticos”. Sin duda, tenemos diferentes ideas de lo que es el humor, pero creo que hay humor tanto en los eventos como en el lenguaje. En cuanto a ocultar el dolor y la soledad, creo que esa es la condición de la existencia humana.

S.D. En su novela Gravel Heart, el mar parece quedar en segundo plano mientras usted se concentra en la historia familiar y sus relaciones. La relación de Salim con su padre, Masud, guía el rumbo de la novela. Además, Salim vuelve a casa por un periodo breve, una decisión que parece vedada para el resto de los personajes. ¿Cómo enlaza las historias familiares con las historias del océano, los dos temas recurrentes en sus novelas?

Salim regresa para reconectarse con su padre, pero la decisión de volver no está vedada a los otros personajes sobre los que he escrito. El narrador de Admiring Silence (Precario silencio) también regresa. Al final de Desertion, Rashid vislumbra un retorno. La parte crucial de sus experiencias es la partida o la ruptura de sus vidas, lo cual hace que la decisión de regresar sea mucho más complicada. En el caso de los refugiados, el retorno no siempre es posible por razones legales o a causa del miedo a la violencia. Yo diría que Gravel Heart, en buena medida, también se trata del poder y su capacidad de distorsionar los alcances íntimos de las relaciones.

A.M. De cierto modo, su literatura me recuerda a Conrad, quien en toda su obra persiguió una sola historia y, libro tras libro, se dedicó a pulirla: la historia del hombre atormentado por su pasado y que, en vano, intenta huir de él. Las novelas que usted escribe me dan la impresión de buscar algo similar, una historia espectral que quiere perfeccionar o matizar.

No sé si existe una única historia espectral que quiera perfeccionar. Estoy seguro de que hay más de una. He escrito muchas veces sobre cómo la gente toma la decisión de irse o quedarse, pero también de la experiencia de ser extranjero en Europa. De modo que hay un enfoque en mi literatura: la pertenencia, la ruptura, el desplazamiento. Y en medio de esos temas hay muchos otros asuntos que se relacionan con el dolor, la pérdida y la recuperación. Escribo sobre el ingenio con el que la gente se enfrenta a estas experiencias.

A.M. ¿Realiza algún tipo de investigación histórica para escribir sus obras o escribe desde la memoria? ¿Diría que sus novelas son, más que retratos realistas, impresiones de la vida en África del Este?

Los temas que abarcan mis novelas siempre me han resultado profundamente interesantes, así que en cierto modo siempre he estado investigando el material con el que trabajo. Siempre hay una necesidad de comprobar y leer a detalle algunos aspectos de momentos específicos, pero yo escribo sobre lo que conozco y sobre lo que me importa. No estoy seguro de por qué usted sugiere “más que retratos realistas, impresiones”, como si se tratara de polos opuestos o procesos contrarios. Considero que la ficción, inevitablemente, es ambas cosas.

A.M. Por último, ¿cómo conjuga su literatura con la investigación sobre el poscolonialismo? V.S. Naipul decía que eligió dedicarse a la literatura de tiempo completo porque cualquier otra profesión lo habría aniquilado como escritor.

El valor de la idea poscolonial como un concepto discursivo me resulta atractivo porque me permite encontrar vasos comunicantes entre literaturas de distintas historias y culturas. No encuentro conflictos entre mi trabajo en la academia y en la literatura. Son actividades bastante diferentes y, si acaso, se benefician mutuamente muy poco.

Traducción del inglés: Ángel Soto Saldivar

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