La bailarina, coreógrafa, performancera y creadora visual Fana Adjani debuta en el cortometraje con Tierra (2022), trabajo en colaboración con el grupo de música alternativa colombiano Bomba Estéreo y con el antropólogo y artista muxe Lukas Avendaño, que tras ganar premios en festivales LGBT+ en el extranjero, entró a la selección oficial del 25 Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF).
“Soy una artista que sí viene del cuerpo y el cuerpo es la manera en la que veo el mundo. Me siento muy cómoda en el lenguaje cinematográfico y me gustaría seguir explorándolo. No sé de qué manera definirme o etiquetarme, pero sí sé que una de mis prioridades es la conexión del cuerpo que habitamos y que es nuestro cuerpo-territorio con el que existimos, esa es mi obsesión, mi discurso”, explica la artista que desde hace años colabora con gente del cine y la música en el diseño visual y coreográfico.
—Usted viene del ballet ¿la danza clásica no le daba eso?
—Empecé de niña con la danza clásica; después fui muchos años intérprete, pero el desarrollo de mi carrera se fue hacia la coreografía y la dirección. Eso me llevó a colaborar con otros lenguajes y artistas de otros lenguajes. La danza clásica es un lenguaje que respeto y quiero mucho, pero que proporciona un discurso jerárquico que no comparto, en el cual el cuerpo académico, aunque fundamental y necesario, es limitado en cuanto a conexión con otras visiones, pensamientos y diálogos discursivos que suceden en el mundo. No encuentro conexión con la manera en que vivo y veo el mundo.
Para mí es muy importante pensar en la danza expandida; la coreografía es el lenguaje del cuerpo, que es el primer medio de comunicación que tenemos como civilización y como animales. En mi perspectiva, aunque se exploran diferentes lenguajes, como el cine, el cuerpo lo tenemos todos, y todos somos activamente creadores y performers de la coreografía. Esta es mi visión. Para mí es fundamental poder trabajar a partir de pautas o partituras que den significados y significantes, y respetar la individualidad y la perspectiva única de cada cuerpo, de cada discurso y territorio del cuerpo, que son únicos, y cómo se relaciona todo esto con el espacio en el cual habitamos y compartimos todos.
Adjani ya ha dirigido videoclips, y con Tierra da el salto a una producción mayor con la que está feliz.
“Grabar primero el videoclip y luego el cortometraje fue un regalo de vida que me otorgó Li Saumet, la cantante de Bomba Estéreo, un regalo no solo laboral y artístico, sino de vida. Yo vengo de la coreografía, y aunque también es un trabajo colectivo, me pareció maravillosa esta incursión en la dirección de mi primer cortometraje y colaborar con otras visiones, que confíen en mí y en mi proceso de realización, para poder tejer esta pieza”, expresa en entrevista la joven formada en la danza clásica.
En la grabación de 15 minutos, Avendaño es nahual parido por “la casa Madre Tierra” en un bosque, ambientado en la sierra de Oaxaca, donde se encuentra en otra mujer, interpretada por Saumet.
“Lukas se encuentra, transforma y descubre su muxeidad, otra forma de manifestación humana que late y vive en su persona, una forma de femineidad ancestral latina que siempre ha existido y busca ser exteriorizada como una unidad de esperanza, fuerza y acción”; explica la producción de Adjani, que delegó ahora la coreografía en una de sus colaboradoras, Aimé Irasema Sánchez, que conoce su estilo.
“Aunque vengo de la coreografía y tengo códigos muy específicos que trabajé, como las partituras, la improvisación, la coreografía de Tierra está a cargo de una colaboradora mía, Aimé Irasema Sánchez, con quien llevo muchos años trabajando y que sabe cuál es mi perspectiva del cuerpo y el movimiento, la estética del movimiento que a mí me gusta, por ese conocimiento y alianza que hemos tenido durante años, conoce perfecto cómo pienso el cuerpo y el baile, por eso ella compuso la coreografía”, aduce.
La coproducción México-EU-Colombia de Jorge Perelló, Daniel Galván León y Max Cetto, con fotografía de Emilio Valdés, se presentó ya en la Gavlak Gallery de Los Ángeles y en el Festival de Cine Queer y Fairy Tales de Calgary, Canadá, donde ganó el Programmer’s Choice como cortometraje.
En la edición del 25 aniversario del GIFF, en julio pasado en León, San Miguel de Allende e Irapuato, Tierra entró a la selección oficial de la sección Cortometraje Experimental.
Adjani, que ha trabajado con Natalia Lafourcade, Enrique Iglesias, Andrea Bocelli, Eung Jung Choi, Jonás Cuarón, Juan Manuel Torreblanca, Disclosure y Sam Smith, cuenta que conoce desde hace mucho tiempo a Li Saumet, fundadora de Bomba Estéreo en 2005 con Simón Mejía, autor de la música del corto. Ambas se admiran mucho como artistas, personas y mujeres, por lo que decidieron colaborar.
“Li y Simón hicieron el disco Deja (2021) y, por primera vez, me invitan a colaborar como curadora artística de lo visual del álbum. Ella sabe que exploro varias temáticas, como el feminismo, los intersticios, ahora el lenguaje cinematográfico. Entonces, me empujó a que escogiera una pieza del disco, y me encontré con la canción Tierra, que compusieron ambos. Esta canción se me hizo diferente a las que tiene Bomba Estéreo, porque habla de la pérdida del territorio y de esta Latinoamérica herida, además de que refleja mucho su trabajo medioambientalista, el activismo de Li y Simón.
“Yo me identifico mucho con estos temas. Enseguida, bajé una idea; quería hablar del ecofeminismo, de la lucha por la defensa del territorio, la relación entre la lucha feminista y el cuidado de las semillas, las muxeidad dentro del mapa geográfico latinoamericano, el cuidado, la memoria, la reivindicación de las diferentes femineidades y pluralidades y existencias y voces que hay, y que a partir de la colectividad y la empatía se gesta un detonar de acción y de cambio y de esperanza”, refiere la artista, que ha presentado sus trabajos coreográficos en el MUAC, Palacio de Bellas Artes y en el extranjero.
Agrega que después bajó la historia al guion en un trabajo conjunto con la investigadora y gestora cultural Daiset Sarquis, con la narrativa y los ejes temáticos que le son importantes como creadora.
“A partir de eso, a quien tenía que dar voz era a Lukas Avendaño, uno de los más importantes artistas del cuerpo que tenemos en la actualidad, es sublime su trabajo; es un performer, poeta y antropólogo, que se asume como muxe. En primera instancia, mi protagonista viene desde ese diálogo del cuerpo. Quería hacer una pieza sensitiva, que despertara el cuerpo sensitivo; como vengo de la coreografía, era muy importante tejer eso, que quien mire la pieza se conecte también de cuerpo a cuerpo y despierte esa línea sensitiva con los sonidos, con la música, con la plástica y con la historia”, agrega Adjani.
Sobre por qué el personaje es muxe (persona que nace biológicamente con sexo masculino, pero que después asume roles femeninos en la cultura zapoteca, como un tercer género), la artista mexicana abunda que en primera instancia porque el protagonista de Tierra viene desde el diálogo del cuerpo.
“Para mí, la muxeidad no solamente es una manifestación ancestral identitaria y cultural; para mí es unidad y fuerza, es una perspectiva, una voz de diferentes feminidades. Y la muxeidad, al ser unidad y fuerza, también es memoria y cuidado, lo conecto con el cuidado de las ancestras, de las abuelas, estas cuidadoras que pasan la información, la memoria, a través del afecto. Tanto las muxes como las abuelas cuidan en primera instancia su primer núcleo, que es la familia, de manera amorosa y empática. Es ahí donde conecto la muxeidad con el trabajo que quería reflejar. A Lukas lo pare la Madre Tierra, y Li es una manifestación de esa Tierra, el desdoblamiento de la feminidad que se refleja en el corto”, expone.
—¿Cómo es que decidió incorporar la tecnología al culto del cuerpo y de la danza?
—La tecnología es como el lenguaje: una manifestación de nuestra civilización que nos ha llevado a diferentes caminos de progresión y de conflicto; sin embargo, no es tan ajeno, porque forma parte de nuestra vida cotidiana y nos permite estar conectados e interconectados. Y la interculturalidad, de la que yo hablo como detonadora de acción y de esperanza, también se manifiesta con ese lenguaje.
—Como artista ¿cómo ve a México?
—Como un espacio de oportunidades, pero complejo también. México tiene una identidad y una pluralidad muy importantes de las cuales yo me siento muy orgullosa, aunque sean muy complejas.
AQ