Fiebre de sábado: la historia secreta del disco

Imágenes

Más allá de la fiesta, la música disco fue la bandera con la que toda una generación se enfrentó a la sórdida Nueva York de los años setenta.

LaBelle en 1974. (Foto: Bob Gruen)
Andrea Serdio
Ciudad de México /

Más allá del legendario Studio 54, de las canciones de los Bee Gees y de la película Fiebre de sábado por la noche, la música disco es un referente de culturas marginales.

La historia secreta del disco. Sexualidad e integración racial en la pista del baile es un libro de Peter Shapiro publicado por la editorial argentina Caja Negra. Especialista en música afroamericana, Shapiro desmonta mitos en torno al disco, que para sus detractores era sólo un sonido empalagoso y clichés de grupos tan estrafalarios como Village People.

Shapiro aborda la historia del disco con una perspectiva sociológica y estética, habla de sus antecedentes en el soul y funk, de la manera como los DJ cambiaron la manera de tocar música, eliminando los cortes, en beneficio de la multitud que colmaba las pistas en ciudades como Nueva York, patria del dance y del mítico Studio 54 de Andy Warhol.

La música disco surge en una época en que Nueva York estaba devastada por la crisis y era considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo. En esa atmósfera, los artistas recuperan espacios, crean estudios, buscan nuevas manera de expresión a través del grafiti y, más allá de sus diferencias, los jóvenes negros, latinos, hetero y homosexuales se reúnen para bailar un ritmo tan elemental como divertido, que sería capitalizado por la industria.


Portada de La historia secreta del disco. Sexualidad e integración racial en la pista del baile, de Peter Shapiro.

(Caja Negra)


De acuerdo con Shapiro: “La cultura disco fue a un solo tiempo comunidad y placer individual, orgía y sacrificio. El disco fue tanto utopía como infierno”. Fue, podemos decir, un conjunto de contradicciones, de clubes exclusivos y de mala muerte, de fetiches y personajes como Sylvester, artífice del sonido de San Francisco, quien odiaba la música disco hasta que un viaje a Europa lo hizo cambiar de parecer y ascender al estrellato.

La historia secreta del disco revisa la expansión y variantes de esta música, habla del también del sonido Filadelfia y del Eurodisco, que echando mano del sintetizador y la caja de ritmos produjo éxitos como “Love to Love You Baby” de Donna Summer, una impostación erótica, un juego sexual robótico, que pervierte el famoso sonido Motown.

En 412 páginas, Shapiro despliega su erudición sobre la música pop. Escarba en la vida de personajes como David Mancuso, propietario de The Loft, y Nicky Siano, que desde el Gallery desplegó mezclas impresionantes. Recuerda a un grupo emblemático de la comunidad gay: LaBelle, con su brillo futurista y el sentimiento a flor de piel en cada una de sus interpretaciones.

Datos, anécdotas, historias, todo perfectamente documentado permite a Shapiro escribir un libro que redescubre la música disco desde su origen, desarrollo, muerte y resurrección en el underground con álbumes como Death Disco, donde, como en todos los extremos, se tocan el punk y el disco.

La historia secreta del disco es un viaje por los sonidos y la moda de la cultura dance, un paseo por sus personajes y escenarios tantas veces subestimados.

AQ

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