El mito nos habla de Filoctetes, un famoso héroe y general griego que combatía ferozmente a sus enemigos gracias a un arco y flechas mágicos, obsequios que le entregó Heracles tras prometerle encender su pira funeraria. Filoctetes parte con buques griegos para participar en la guerra de Troya, pero durante el trayecto es mordido por una ponzoñosa serpiente, la cual le causa una herida muy dolorosa, debilitante y que además expide un olor muy desagradable. Ulises, quien también forma parte del contingente, decide que lo mejor será abandonarlo en la isla de Lemnos, ahora que Filoctetes se he convertido en una carga.
Diez años transcurren, la guerra no ha terminado y los griegos están desesperados por tener algún resultado y volver a sus hogares. Es entonces cuando un adivino les dice que la ventaja que necesitan se las brindará las flechas y el arco mágico de Heracles, los cuales siguen en posesión de Filoctetes. La historia comienza aquí, cuando Ulises y Neoptolemo, hijo de Aquiles, tienen que regresar a aquella isla donde parece estar la mejor oportunidad de ganar la guerra, pero en donde tendrán que encarar al compañero que abandonaron.
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Hace dos décadas el dramaturgo estadounidense John Jesurun retomó el mito griego para hablarnos sobre la enfermedad, reflexionando sobre el terror que nos da pensar en el contagio y como hemos apartado a quienes, creemos, nos podrían transmitir algo desagradable, idea que también puede aplicarse a aquellos que son aislados por el resto de la sociedad por cuestiones ideológicas, o por llevar su vida fuera de los cánones que demandan la mayoría. Frente a un escenario social cada vez más dividido, y una pandemia que nos ha hecho replantearnos lo funcional de nuestras sociedades, esta historia retorna con una fuerza increíble.
Ahora, tras una exhaustiva revisión, una nueva traducción y valiéndose de un fresco diseño de producción, la compañía mexicana Teatro de Arena, nos invita a explorar este miedo que nos impulsa a ser crueles con otros, sometiéndolos al rechazo y la estigmatización. Al respecto apunta el director de escena Martín Acosta:
“Veinte años después de su estreno, retomamos este texto de John Jesurun sobre la enfermedad, la diferencia y la disidencia, que difiere de Sófocles al plantear un Filoctetes en guerra con sus antiguos compañeros, pero también consigo mismo”.
Filoctetes, obra que cuenta con las actuaciones de Arturo Reyes, Antonio Becerril y Pablo Mendoza, podrá verse los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas, hasta el 20 de febrero, en el Teatro Benito Juárez. El costo del acceso es de 185 pesos y puede adquirirse en taquilla o a través del sistema Ticketmaster. El uso de cubrebocas obligatorio, asimismo se debe guardar la sana distancia y se recomienda portar careta.
AMS