García Márquez y el cine

Personajes

El Premio Nobel de Literatura colombiano fue un ferviente enamorado del séptimo arte, aunque no siempre fue bien correspondido.

Gabriel García Márquez, escritor, periodista y guionista colombiano. (Montaje digital: Ángel Soto)
Andrea Serdio
Ciudad de México /

La relación de Gabriel García Márquez (1927-2014) con el cine es larga y apasionada. Se desempeñó como crítico, guionista y maestro.

En octubre de 1950, en El Heraldo de Barranquilla, García Márquez se inició como crítico cinematográfico. Con el seudónimo Septimus escribió sobre El hombre de la Torre Eiffel de Burgess Meredith y dejó ver su entusiasmo por Ladrones de bicicletas, la obra maestra de Vittorio De Sica.

El gusto por el cine le venía de lejos, de los años de la infancia cuando con su abuelo, el coronel Nicolás Márquez, veía una y otra vez en Aracataca las películas de Tom Mix, el imbatible héroe del cine mudo hollywoodense.

Las imágenes en la pantalla colmaron de curiosidad al niño que al crecer quiso practicar la magia del cine y junto con sus amigos del Grupo Barranquilla escribió en 1954 el guión de La langosta azul, un cortometraje silente y extraño dirigido por Álvaro Cepeda Samudio, a quien García Márquez admiraba sin reservas.

García Márquez estudió cine en Italia y llegó a México a comienzos de los sesenta. Aquí realizó adaptaciones y emprendió algunos trabajos en compañía de Carlos Fuentes. El primero de ellos fue la adaptación de El gallo de oro, un argumento de Juan Rulfo dirigido por Roberto Gavaldón.

Con Fuentes, García Márquez escribió también el guión de Tiempo de morir, que marca el debut de Arturo Ripstein en 1965. Protagonizada por Marga López y Jorge Martínez de Hoyos, es una película de soledad y muerte, un western donde el rencor y la venganza trazan las coordenadas de la tragedia.

La filmografía de García Márquez incluye títulos como Cuatro contra el crimen y Patsy mi amor, basado en el cuento homónimo de Salvador Elizondo. Y uno que refleja fielmente sus obsesiones es Presagio, que dirigió Luis Alcoriza en 1974. Parte del funesto vaticinio que hace una partera sobre el destino del pueblo donde acaba de nacer un niño, lo que provoca un ambiente de recelo y malevolencia.

Durante algún tiempo, el autor de El otoño del patriarca dio clases de guión en el Centro de Estudios Universitarios. Uno de sus alumnos fue Jaime Humberto Hermosillo, a quien le regaló la idea de María de mi corazón, una historia absurda y estremecedora interpretada por María Rojo y Héctor Bonilla.

Algunos cuentos y novelas de García Márquez han sido llevados al cine con irregular fortuna. Entre ellos se encuentran Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba y Memorias de mis putas tristes.

Como se advierte, Gabriel García Márquez fue un ferviente enamorado del cine, aunque no siempre bien correspondido.

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