Giovanni Guida es un artista italiano nacido en 1992 que ha ganado reconocimiento por su uso e interés en el grattage, una técnica de raspado que permite revelar capas subyacentes. Esta aproximación, heredada de maestros como Remedios Varo y Max Ernst, le ha permitido desarrollar un estilo propio que destaca por su profundidad y simbolismo. Guida combina pigmentos y herramientas para crear obras que no sólo resultan visualmente impactantes, sino que sugieren una reflexión más profunda.
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Originario de Nápoles, Guida descubrió la obra de Max Ernst y Remedios Varo cuando comenzó a estudiar sus técnicas pictóricas. Aprendió que el mecanismo de traducción de las fuerzas de la pulsión sexual —frotamiento y penetración, respectivamente— es inherente al frottage y al grattage, lo que sugiere una “sublimación artística” de fuertes impulsos vitales a través del “gesto pictórico”. Esto le permitió adentrarse en su pintura hasta sus entrañas.
El pintor Yves Klein también ha influido profundamente en su trabajo, especialmente a través de la "Gran Belleza" del arte que Klein exaltaba. La obra Ex voto para Santa Rita de Cascia, de Klein, le hizo redescubrir la influencia que la fe puede tener en la producción artística.
Una lucha contra el tiempo
El proceso creativo de Guida con el grattage es meticuloso. La técnica consiste en rasgar la “piel” pictórica cuando aún no está seca, con el objetivo de rayar y eliminar el pigmento cromático para poder mover la superficie y hacer resurgir el color de fondo original. Este método, sugiere Guida, “permite excavar pensamientos, deseos, emociones y recuerdos ocultos”. Para lograr estos efectos, el artista usa herramientas de uso cotidiano o pertenecientes a otras disciplinas, como bisturís, cepillos de acero, hojas afiladas, fragmentos de vidrio y pantallas de metal, seleccionadas por su capacidad de afectar y rayar la superficie.
El desafío principal al trabajar con esta técnica es la necesidad de proceder cuando el pigmento aún está fresco, lo que implica una verdadera lucha contra el tiempo. El objetivo es liberar el color y hacer visible la génesis de las cosas, de modo que sea posible alcanzar una “trascendencia espiritual” de la percepción, en palabras del artista.
En cuanto a los temas que explora en su obra, Guida cree que, en la sociedad líquida actual, es fatal fijarnos en asuntos que fragmenten el conocimiento. En su lugar, aboga por pensar globalmente para superar la separación entre conocimientos y contenidos. El simbolismo en su obra es igualmente significativo. El azul lapislázuli representa el Absoluto que se abre a lo humano, conduciendo a un culto a lo inmaterial, mientras que el oro simboliza la alianza entre la divinidad y el hombre, la “metafísica de la luz” y la eternidad del arte. Los elementos iconográficos presentes en sus pinturas remiten a conceptos de divinidad, sacralidad y redención, a través de un lenguaje universal que trasciende las barreras culturales y lingüísticas. Para Guida es fundamental revelar los “secretos” de esos símbolos y expresar ideas complejas.
El arte hacia el futuro
La trayectoria de Guida ha evolucionado significativamente a lo largo de los años. Al principio, estaba obsesionado con la figura. No obstante, con el tiempo su lenguaje transmutó hacia una proyección sin horizontes ni límites, libre de la materia y enfocada en el valor dinámico del signo y el gesto amplio. Por ejemplo, un hito importante en su carrera fue el proyecto “Caesarius Diaconus”, realizado entre 2017 y 2018, que le dio reconocimiento global. Otro momento crucial fue en marzo de 2020, cuando su obra Y tú sanarás de todas las enfermedades… se viralizó.
Para el futuro, Guida planea escapar de realidades estáticas y ver el mundo como un “museo generalizado”. Quiere “entrar en la verdad del misterio del Arte”. En el panorama actual del arte, Guida ve la necesidad de alejarse de la autorreferencialidad y asumir la responsabilidad de redefinir la ética y la estética. Le interesa el “nomadismo cultural”, que le permite moverse entre disciplinas y enfoques diversos.
En última instancia, Giovanni Guida espera que su obra inspire a las personas a no adherirse necesariamente al presente y a las tendencias, sino a abrirse y “habitar la distancia”. Su mayor aspiración como artista, explica, es alcanzar la profundidad del azul del cielo y dispersar el azul en el infinito.