Héctor M. Flores, el universo reflejado en esculturas de vidrio

Arte

El artista mexicano, quien actualmente expone en la galería Casamarilla en Polanco, de niño quería ser astronauta, una idea que lo ha perseguido siempre y que se refleja en su obra, en la que experimenta con el cosmos y la luz.

Héctor M. Flores, artista visual y escultor de vidrio.
Ciudad de México /

El escultor Héctor. M. Flores jugaba de niño con el vidrio en el taller de su padre, el vitralista y pintor Miguel Ángel Flores, hasta que encontró la tridimensionalidad, con la que ha trabajado ese material, con el que ahora juega con el universo, la astrofísica, la ciencia, la óptica y la geometría en sus obras.

Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, desarrolla un proyecto en el que experimenta con el cosmos y la luz en sus esculturas en vidrio, como en su exposición Energía y Materia, que ahora puede verse en la galería Casamarilla de Polanco (Moliere 129, previa cita) y que trabajó en su taller.

Entre sus muestras, se encuentra una de juguetes tradicionales mexicanos hoy en desuso por la tecnología, como el yo-yo, el trompo, la pirinola, hechos en vidrio con los que realizó una residencia artística en Japón, a manera de rendirles homenaje y descontextualizarlos del nivel de artesanía, para convertirlos en objetos de juego e introducirlos al campo del arte y a un museo, cuenta en entrevista.

¿Qué le atrapó de un material tan difícil como el vidrio?

Cuando de niño asistía al taller de mi padre, me fue atrapando la transparencia. Algunas veces lo acompañaba a lugares donde iba a instalar vitrales, y el paso de la luz a través del vidrio y cómo se proyectaban colores dependiendo del vidrio que se utilizara y se hacían otros efectos ópticos. Eso me atrapó para ir por ese camino y con este material en específico, porque con otros no he logrado eso.

¿El cristal no es frágil?

Tenemos la creencia de que el vidrio es frágil. Si nos basamos en que estamos acostumbrados al vidrio de una ventana, de un vaso, que son delgados, sí. Y estas piezas, la mayoría, son sólidas, de modo que tienen la misma dureza de un mármol y una piedra. Por eso trabajo directamente con cincel, martillo, tallando. Parecería de repente una locura golpear con un cincel y un martillo a un vidrio. La dureza está también en la solidez del material.

¿Por qué optó por la escultura?

Eso sí lo desarrollé, porque mi manera de ver siempre es en volúmenes. Y también hay ciertas cosas que la bidimensionalidad no me las transmite o no me las permite. Por ejemplo, realizar algunos efectos ópticos con la luz, cómo se comporta con el material y cómo interactúa con el espacio en el que está exhibida la pieza. También traje esa curiosidad de trasladarlo a un objeto volumétrico.

¿Cuáles son las temáticas que explora?

En un principio traía esta influencia que a muchos artistas y escultores nos ha atraído mucho: las cuestiones prehispánicas. Empecé una serie de piezas con el tema. Por la manera en que trabajo el vidrio, talla directa, cincel martillo, traía toda esta influencia de culturas prehispánicas. He abordado algunas otras más, pero la que siempre ha estado ligada a mí y que siempre la he traído en la cabeza, es el universo desde su inicio y cómo se ha desarrollado y cómo se ha comportado. La exposición en la galería Casamarilla es una muestra. Y estará complementada con el proyecto que estoy desarrollando ahorita para el Sistema Nacional de Creadores de Artes, que es también sobre el universo en expansión.

¿En qué momento decide unir la cultura del vidrio con el universo y la astronomía?

Fue algo que tenía desde niño, siempre me generaba mucha curiosidad ver las estrellas, tratar de entender el movimiento de la Tierra, imaginar lo que podíamos apreciar a simple vista. Jugaba mucho a ser astronauta, y al momento en que ya decido dedicarme al campo del arte, traigo estas ideas que me regresan a estos juegos de niño, y las empiezo a plasmar en mi obra. Primero hago un estudio bibliográfico del fenómeno, del objeto estelar que quiero representar y posteriormente genero una serie de bocetos, maquetas, y ya de ahí lo traslado al vidrio. Y hago un estudio del comportamiento de la luz y uno este estudio de los objetos astronómicos junto con el estudio de la luz para ver cómo se comporta, porque también mi obra tiene que ver mucho con la luz, y su comportamiento con la reflexión, refracción y cómo interactúa en el espacio en el que está situada. También he asistido a cursos de astrofísica y así es como voy retroalimentando para poder plasmar estas ideas.

El arte en vidrio no es muy conocido. ¿Cuáles son los conceptos fundamentales que maneja?

Así es. El trabajo no es tan conocido, a pesar de que en México se puso la primera fábrica de vidrio después de ser una colonia; ha tenido una tradición más en el campo de la artesanía y en el campo del diseño. Es parte de lo que a mí me interesa mucho: el reconocimiento del material, del que también se puede echar mano en el campo de las artes visuales. No solo se puede quedar como objeto de artesanía. Es parte del proyecto que estoy llevando a cabo junto con el Sistema Nacional de Creadores de Arte. Trato de resignificar el material porque a veces se queda mucho en el campo artesanal.

Y, en cuanto a los conceptos están la astrofísica, el tratar de plantear estas ideas de objetos estelares, nebulosas, planetas, fenómenos que ocurren en el espacio exterior, y hacer un estudio de la luz y su comportamiento con la materia, que es lo que principalmente abordo en Energía y materia, de ahí parte el nombre de la exposición. ¿Qué es el universo? Es un principio energía que después se fue convirtiendo y materializando en lo que vemos en nuestro alrededor.

Héctor M. Flores: "Como creador, todas [mis piezas] tienen un afecto especial". (Cortesía)

¿En qué momento la escultura de formato pequeño se distancia del arte decorativo y la escultura?

Igual esa separación es algo intangible. Hay unas artesanías que son preciosas, una obra de arte. Pero la puedo separar en que también mis obras traen un discurso y un concepto, no son solamente objetos bonitos que ves y dices “me encanta”. Si trae un discurso y un estudio con anterioridad, todo un proceso de análisis, de la temática que se quiere plantear, tiene un desarrollo. No es solo un objeto bonito, sino tiene un concepto. Cada una de las piezas tienen un por qué, un estudio por qué este fenómeno y este objeto, y ya después está planteado de una manera escultórica.

Por ejemplo, ¿cuál es el de la pieza “Vórtice”?

La pieza está elaborada en un vidrio especial, vidrio de uranio, radioactivo. En su composición química está adicionado un poco de uranio, de ahí el por qué la manera especial en que refleja y refracta la luz. Estoy haciendo un estudio de la luz y cómo se comporta con la materia: esta pieza, si la iluminamos con luz natural o incandescente, refractaría de diferente manera. Pero, para lograr esta cuestión especial que atrapa, que pareciera que está encendida, que tiene luz interna, hay que iluminarla con luz ultravioleta, que es la que permite reflejar de esta manera.

¿Cuál es su Big Bang?

Como creador, todas tienen un afecto especial, que podemos ir hablando y desmenuzando una por una. Elegir una sería un poco egoísta de mi parte, todas tienen su particularidad Como “Vórtice”, que tiene la especialidad del vidrio y la manera en que refleja y refracta la luz. O la pieza “Estrella Polar”, que está originada a partir de un cubo de 2.5 por 2.5 al que se le van adicionando diferentes volúmenes en cada una de sus caras hasta lograr tamaño final del cubo central que es de 25 centímetros, y en cada una de sus caras se coloca una media esfera completamente pulida que va a trabajar como una especie de lente, que nos va a magnificar el entramado interno. Cada una de las piezas va teniendo cierta especialidad y particularidad, para ir entendiendo cada una de ellas.

Héctor M. Flores: "A pesar de que tengo tiempo observándolas, las piezas siempre generan ese maravillarte al observarlas". (Cortesía)

Me refería a con cuál se inició

El inicio de esta serie que comencé de manera ya formal hace alrededor en 2006, a raíz de una beca que obtuve para Estados Unidos, en el estudio del vidrio de Nueva York. Y empecé a trabajar ahí un poco más el vidrio que es el que utilizo en la mayor parte de esta serie, que es el cristal óptico, un cristal muy especial con cualidades de refracción y reflexión de la luz. Es el mismo que se utiliza para los lentes de los telescopios, el mismo que se utilizaba antes para lentes de uso humano. Ahí también empiezo a descubrir otro tipo de maneras en las que se puede comportar la luz y cómo se puede trabajar con ella. Y empiezo a generar una el cuerpo de obra más enfocado al tema del universo.

¿De qué manera la geometría es una búsqueda suya?

En casi todas las piezas, mi obra es de carácter minimalista geométrico; es parte de la manera en que yo percibo los objetos. Observo objetos cotidianos y trato de descomponerlos en formas geométricas simples. Mi obra está basada en formas geométricas simples, como son la esfera, el cubo, y de ahí partir a las diferentes formas que quiere realizar.

Cuando usted acaba una pieza y la observa sin poder manipularla ¿cuál es la sensación?

A pesar de que soy el mismo creador, y que tengo tiempo observándolas, las piezas siempre generan ese maravillarte al observarlas. Saliendo del taller, las coloco en mi sala, tengo una parte especial para estarlas observando y aprendiendo de ellas. Todavía las estoy estudiando en el sentido de cómo se comportan con la luz, de cómo se ven de cierta manera, se iluminan de otros tipos de luces. Aun ya terminada, que no la voy a tocar, que ya no le voy a hacer nada más, sigo estudiando las formas. Cada una de las piezas va generando las siguientes, me sirven como modelo de estudio.

AQ

  • José Juan de Ávila
  • jdeavila2006@yahoo.fr
  • Periodista egresado de UNAM. Trabajó en La Jornada, Reforma, El Universal, Milenio, CNNMéxico, entre otros medios, en Política y Cultura.

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