‘Historia de un crimen’ indaga sobre la diferencia entre legalidad y justicia

Cine | Crítica

La cinta de Marco Kreuzpaintner está basada en hechos reales, pero no teme valerse de la ficción para lograr reflexiones mucho más profundas e interesantes.

Pia Stutzenstein, Elyas M'Barek, Peter Prager y Hannes Wegener en 'Historia de un crimen'. (Cortesía: Constantin Film)
Fernando Zamora
Ciudad de México /

Hace unos años Friedrich Engel, “Carnicero de Génova”, un soldado que había conseguido transformarse en respetable hombre de negocios, fue encontrado culpable por haber cometido crímenes de lesa humanidad durante el tiempo en que sirvió como oficial nazi. Esto en la vida real. En la ficción, el director Marco Kreuzpaintner interpreta el caso basado en la novela de Ferdinand von Schirach. Y, cambiando detalles aquí y allá, su película Historia de un crimen termina por alejarse suficientemente de la realidad como para que al final resulte placentera, si placentera es la sensación de que, a pesar del transcurso de los años, los muertos encontraron justicia. Porque en la vida real el criminal de guerra quedó libre mientras que Historia de un crimen se abre más a la reflexión en torno a la posibilidad de juzgar el pasado.

Historia de un crimen abreva en la larga tradición de obras de política criminal que incluye películas como Z de Costa-Gavras y El secreto de sus ojos de Juan José Campanella, filmes que relacionan el ideal de justicia con momentos históricos en que la ley parece más al servicio de la política. Hay un par de detalles en Historia de un crimen que no funcionan del todo. Los actores alemanes, por ejemplo, parecen incapaces de interpretar a los nazis con la soltura con la que se dan vuelo los estadunidenses.

Los actores en Historia de un crimen están llenos de una suerte de pudor que resta fuerza a la escena climática. Pero en general la cosa funciona. Es importante hacer notar que la sorpresa en el clímax no está relacionada con el pasado nazi de uno de los protagonistas (algo que puede inferirse con ver el póster) sino con la crítica al régimen de Konrad Adenauer, canciller federal de Alemania en la década de 1960 y “padre fundador” de lo que más tarde sería la Unión Europea.

Tal vez lo que mayor entusiasmo produzca en Historia de un crimen sea ver a Franco Nero, actor de culto que ha trabajado con John Huston, Buñuel, Zeffirelli, Fassbinder y Quentin Tarantino. En Historia de un crimen a Nero se le ve extraviado. La vejez le ha caído mal. Afortunadamente, tiene a Elyas M’Barek para apoyarlo en escena. M’Barek es aquí un abogado defensor que, a pesar de ser un auténtico novato en las costumbres de la corte de Berlín, termina por ser el único interesado en distinguir la ley de la justicia.

El director, Marco Kreuzpaintner es un cineasta joven. Nació en 1977 y, sin embargo, se ha convertido en una luminaria de su país gracias, sobre todo, al éxito de Tormenta de verano, obra de 2004 que podríamos clasificar grosso modo de filme romántico gay. La capacidad de Kreuzpaintner para dar voz a las minorías de su país no resulta anecdótica; se vuelve, en realidad, uno de los capitales más interesantes en Historia de un crimen. No se trata sólo de que el heroico abogado sea uno de los muchos turcos que hoy sufren el racismo de los alemanes de clases altas; la película toca el tema de la inmigración en general. Nuestro abogado, por ejemplo, va a relacionarse con una guapa italiana que reparte pizzas pero que, adivinamos, terminará por volverse su verdadero amor. Además, el protagonista consigue volver a relacionarse con un padre pobre al que despreciaba por no haberle podido dar de joven todo lo que él creía merecer.

Historia de un crimen es una buena película. Nos intriga ofreciendo preguntas que, en el fondo, tarde o temprano tendremos que enfrentar. Por ejemplo: ¿cuál es la diferencia entre legalidad y justicia?

Historia de un crimen

Dirección: Marco Kreuzpaintner | Alemania | 2019

AQ | ÁSS

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