No hay hombres eternos
No hay verdades eternas
No hay dioses eternos
Sólo perdura el tiempo
que no existe
Sólo perdura el lenguaje
que inauguro en cada esquina
Herencia ha de ser del hombre la palabra
el verso su único territorio
La forma sapiente de la vida
es vivir el momento en su rabia efímera
Sólo perdura la intensidad
de unos labios en otros labios
La historia es una bandera al viento
minutos de un polvo que fino corre
Sólo perdura el gesto de tu cuerpo
enfrascado en el mío
En este recorrido cosas van y vienen
y “sólo es nuestro lo que perdimos”
Sólo es nuestro el ayer que mañana se irá
y el mañana hoy no existe
y es lo único que existe
Sólo es nuestra la eternidad
porque escribe tu nombre en el mío.
ÁSS